JUE, 20 / ENE / 2011
La historia de cómo Android hizo que Motorola vuelva a las “grandes ligas”
Motorola es una de las firmas tecnológicas con mayor historia. Nació en 1928, en Illinois, EE.UU., cuando los hermanos Paul y Joseph Galvin inventaron un transformador para que las radios a pilas puedan funcionar con energía eléctrica hogareña. En 1929 llegó la crisis económica más profunda del siglo pasado, así que viraron hacia la creación de un receptor de radio AM bajo la marca Motorola (viene de “Motor”, por el auto; y “ola”, un sufijo relacionado a la música, como la rockola).
Luego se fortaleció en el rubro donde es más poderosa: las telecomunicaciones. Crearon radios para los patrulleros (1936), el Walkie-Talkie para la Segunda Guerra Mundial (1940) y hasta el Apolo 11 se comunicó con la Tierra mediante equipos Motorola durante el alunizaje, en 1969. Más tarde, en 1983, inventaron el teléfono celular y lanzaron el primer móvil del mundo: DynaTAC, que pesaba 794 gramos.
Casi toda la década del 90 también fue de Motorola: introdujeron el primer celular GSM y la primera radio iDEN, entre otros equipos. En 1996 lanzó el Startac, otro de sus modelos emblemáticos. Hasta 1998, año en el que Nokia se convierte en el máximo fabricante de teléfonos y lo relega al segundo lugar. Los próximos años serían duros para el fabricante. Si bien en 2003 lanzó su popular Razor V3, que vendió un total de 110 millones de unidades en los siguientes 3 años; poco pudo hacer ante el Nokia 1100, que despachó 200 millones de unidades y es el móvil más exitoso de la historia.
Como si esto fuera poco, los gigantes surcoreanos realizaron su entrada triunfal y Sony se juntó a Ericcson para ingresar a este mercado tan rentable. Desde 2004, Motorola fue perdiendo partipación en el mercado: Nokia siguió primera, seguida de Samsung, LG y Sony Ericcson. En el último trimestre de 2007, Motorola toca fondo y pierde US$ 1.200 millones. La empresa se dio cuenta de que necesitaba otro liderazgo.
Para septiembre del año siguiente, se lanzaba el G1, el primer teléfono que corría con Android, fabricado por HTC bajo la marca Google. Un mes antes había sido designado Sanjay K. Jha, como CEO de Motorola Mobile Devices, quien ya teníaex periencia en telecomunicaciones (trabajó para Qualcomm). Y ni bien ocupó su cargo, manifestó una premisa muy sencilla: “Todos nuestros smartphones correrán con y sólo con Android”.
La remontada comenzó el año siguiente, con el lanzamiento del Milestone (bajo el nombre “Droid” sólo en Estados Unidos). Según la consultora Flurry, la primera criatura de Motorola basada en Android vendió 1,05 millones de unidades en los primeros 74 días desde el lanzamiento, comparable a la primera generación del iPhone que vendió 1 millón de equipos en el mismo lapso de tiempo (la corona queda para el 3GS, que vendió 1,6 millón en la primera semana).
Parte del éxito, también, tendrá que ver con que Jha supo atender otros mercados además del estadounidense. El Milestone se lanzó en septiembre de 2009 en simultáneo en Argentina, Brasil, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania y Canadá. En Latinoamérica, Motorola se volvería sinónimo de Android.
Los números acompañaron a Motorola, dentro de un mercado global de smartphones que creció en 2010 un 21,7%, según Gartner. Luego de varios años de pérdidas, en el segundo trimestre de 2010 reportó una facturación de 162 millones de dólares, contra los 26 millones informados en el mismo trimestre de 2009. Y, por primera vez en años, la división móvil de la firma registró ganancias por 87 millones de dólares.
Tal es el éxito y las expectativas hicieron que la división de dispositivos móviles de Motorola se independice bajo la denominación Motorola Mobility Holdings. También se dio el gusto de que sus equipos Atrix y Xoom sean elegidos los mejores smartphone y tablet de la CES 2011, la feria de tecnología más importante del mundo. Y, sólo en la Argentina, lanzó 10 equipos en apenas 15 meses.
Motorola está volviendo a las grandes ligas gracias al sistema operativo de Google. ¿Hasta dónde podrán llegar? La respuesta es difícil, pues no se sabe hasta dónde Android será capaz de revolucionar la industria de los celulares. Sus suertes están atadas.
Motorola es una de las firmas tecnológicas con mayor historia. Nació en 1928, en Illinois, EE.UU., cuando los hermanos Paul y Joseph Galvin inventaron un transformador para que las radios a pilas puedan funcionar con energía eléctrica hogareña. En 1929 llegó la crisis económica más profunda del siglo pasado, así que viraron hacia la creación de un receptor de radio AM bajo la marca Motorola (viene de “Motor”, por el auto; y “ola”, un sufijo relacionado a la música, como la rockola).
Luego se fortaleció en el rubro donde es más poderosa: las telecomunicaciones. Crearon radios para los patrulleros (1936), el Walkie-Talkie para la Segunda Guerra Mundial (1940) y hasta el Apolo 11 se comunicó con la Tierra mediante equipos Motorola durante el alunizaje, en 1969. Más tarde, en 1983, inventaron el teléfono celular y lanzaron el primer móvil del mundo: DynaTAC, que pesaba 794 gramos.
Casi toda la década del 90 también fue de Motorola: introdujeron el primer celular GSM y la primera radio iDEN, entre otros equipos. En 1996 lanzó el Startac, otro de sus modelos emblemáticos. Hasta 1998, año en el que Nokia se convierte en el máximo fabricante de teléfonos y lo relega al segundo lugar. Los próximos años serían duros para el fabricante. Si bien en 2003 lanzó su popular Razor V3, que vendió un total de 110 millones de unidades en los siguientes 3 años; poco pudo hacer ante el Nokia 1100, que despachó 200 millones de unidades y es el móvil más exitoso de la historia.
Como si esto fuera poco, los gigantes surcoreanos realizaron su entrada triunfal y Sony se juntó a Ericcson para ingresar a este mercado tan rentable. Desde 2004, Motorola fue perdiendo partipación en el mercado: Nokia siguió primera, seguida de Samsung, LG y Sony Ericcson. En el último trimestre de 2007, Motorola toca fondo y pierde US$ 1.200 millones. La empresa se dio cuenta de que necesitaba otro liderazgo.
Para septiembre del año siguiente, se lanzaba el G1, el primer teléfono que corría con Android, fabricado por HTC bajo la marca Google. Un mes antes había sido designado Sanjay K. Jha, como CEO de Motorola Mobile Devices, quien ya teníaex periencia en telecomunicaciones (trabajó para Qualcomm). Y ni bien ocupó su cargo, manifestó una premisa muy sencilla: “Todos nuestros smartphones correrán con y sólo con Android”.
La remontada comenzó el año siguiente, con el lanzamiento del Milestone (bajo el nombre “Droid” sólo en Estados Unidos). Según la consultora Flurry, la primera criatura de Motorola basada en Android vendió 1,05 millones de unidades en los primeros 74 días desde el lanzamiento, comparable a la primera generación del iPhone que vendió 1 millón de equipos en el mismo lapso de tiempo (la corona queda para el 3GS, que vendió 1,6 millón en la primera semana).
Parte del éxito, también, tendrá que ver con que Jha supo atender otros mercados además del estadounidense. El Milestone se lanzó en septiembre de 2009 en simultáneo en Argentina, Brasil, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania y Canadá. En Latinoamérica, Motorola se volvería sinónimo de Android.
Los números acompañaron a Motorola, dentro de un mercado global de smartphones que creció en 2010 un 21,7%, según Gartner. Luego de varios años de pérdidas, en el segundo trimestre de 2010 reportó una facturación de 162 millones de dólares, contra los 26 millones informados en el mismo trimestre de 2009. Y, por primera vez en años, la división móvil de la firma registró ganancias por 87 millones de dólares.
Tal es el éxito y las expectativas hicieron que la división de dispositivos móviles de Motorola se independice bajo la denominación Motorola Mobility Holdings. También se dio el gusto de que sus equipos Atrix y Xoom sean elegidos los mejores smartphone y tablet de la CES 2011, la feria de tecnología más importante del mundo. Y, sólo en la Argentina, lanzó 10 equipos en apenas 15 meses.
Motorola está volviendo a las grandes ligas gracias al sistema operativo de Google. ¿Hasta dónde podrán llegar? La respuesta es difícil, pues no se sabe hasta dónde Android será capaz de revolucionar la industria de los celulares. Sus suertes están atadas.