LUN, 10 / AGO / 2009

Copan Facebook con falsas identidades de los argentinos más populares

Confiados internautas entran a Facebook para hacerse amigos de argentinos famosos como el basquetbolista Emanuel Ginóbili o el conductor de televisión Marcelo Tinelli, pero en realidad se comunican con extraños que robaron la identidad de estas personas.

Confiados internautas entran a Facebook para hacerse amigos de argentinos famosos como el basquetbolista Emanuel Ginóbili o el conductor de televisión Marcelo Tinelli, pero en realidad se comunican con extraños que robaron la identidad de estas personas.

El robo de identidad digital es tremendo. Es algo de todos los días y hay todo tipo de modalidades delictivas“, advirtió Daniel Monastersky, un joven abogado especialista en nuevas tecnologías que batalla contra los ciberdelitos desde su página web.

Marcelo Tinelli tiene 67 perfiles falsos en Facebook, la actriz Luisana Lopilato 142, la actriz Mariana Fabbiani 9 y la modelo Ingrid Grudke seis, según un análisis del experto, mientras que en el caso de Ginóbili, el jugador de los Spurs y triple campeón de la NBA tiene un sitio falso y otro verdadero que se diferencia apenas en un guión.

Lo curioso es que quien reemplaza la identidad de “Manu” ya suma más de 43.000 seguidores, mientras que el auténtico apenas supera los 20.000. Monastersky explicó que el “problema de las falsas identidades se expandió con el crecimiento de las redes sociales y de los blogs en internet”.

El investigador también destacó a la agencia de noticias AFP que “el peligro es el daño y el perjuicio que le pueden hacer a la imagen de la persona involucrada porque los perfiles abiertos suelen ser bastante desfavorables“.

Monastersky, quien además es secretario del Instituto Iberoamericano de Investigación para la Sociedad de la Información, explicó que el problema no sólo involucra a artistas, deportistas o políticos, ya que recordó que hace un tiempo había encontrado en una página de ofrecimientos laborales en Estados Unidos un puesto para visualizar los perfiles sociales de los empleados de una empresa.

“Se trata de una persona que va sumando a sus compañeros a Facebook o a algunos que merecen una atención más sensible por indicación de la empresa. De esta forma puede descubrir, por ejemplo, que un empleado que dio parte de enfermo luego cuente en la red que había salido el fin de semana“, dijo.

Sobre el caso, explicó que “esa situación no permitiría despedir con causa al empleado porque habría una intromisión en la privacidad, pero sin duda existiría una pérdida de confianza que podría tener consecuencias en el futuro”.

Por otro lado, el analista aseveró que en Argentina el robo de identidad no está tipificado y recordó que había presentado un anteproyecto para que sea considerado un delito, cuyo referente es la Identity Theft Penalty Enhancement (Ley de incremento de sanciones por el robo de identidad) promulgada en Estados Unidos en 2004.

El solo hecho de usurpar la identidad de una persona está penado y su figura agravada contempla prisión de dos años como mínimo. En todos los casos donde se encuentran culpables de la figura agravada, no puede acceder a la condena en suspenso”, concluyó Monastersky.

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