Estudiar la vida en el mar no es una empresa sencilla. Uno de los mayores obstáculos que los exploradores han encontrado hasta el momento es lo costosas que son las cámaras en términos de consumo de energía en dichas condiciones.
Por suerte los investigadores del MIT han creado una cámara que podría cambiar la situación drásticamente. El dispositivo no necesita una batería, es inalámbrico y unas 100 mil veces más eficiente en términos energéticos que otras cámaras submarinas.
La cámara es además capaz de tomar fotos en color en ambientes oscuros y transmitir los datos de forma inalámbrica.
El poder del sonido
La fuente de energía de este ingenio es el sonido. El dispositivo posee unos transductores piezoeléctricos. Las ondas de sonido de las olas se transmiten a través del agua, cuando estas alcanzan la cámara la fuerza mecánica es convertida en una carga eléctrica.
Lo dicho supone que si se la deja en el mar, podría funcionar durante semanas sin problema alguno. Salvo que al mar se le ocurra dejar de hacer olas. Pero incluso si esto ocurriera cualquier otra fuente de sonido cercana podría cargar la cámara. Vehículos o vida marina entre otras opciones.
Imágenes a colores
Para ahorrar energía fue necesario producir la combinación de hardware más sencilla posible. Para tal fin se emplearon sensores de imágenes de poco consumo. Como estos sensores solo captan imágenes en blanco y negro se los acompañó con un sistema de luces LED. La cámara utiliza la luz roja y toma una captura, luego repite la operación con una luz verde y una azul. Los resultados se combinan luego para obtener una reconstrucción a color.