Un grupo de ingenieros del MIT ha desarrollado un material que es a la vez suave y resistente y tiene una capacidad para conducir electricidad similar a la de los metales. El material puede tomar la forma de tinta para impresión, lo que le ha permitido a los investigadores crear con cierta facilidad electrodos flexibles.
Este polímero de hidrogel podría algún día reemplazar a los metales. Su impacto sería especialmente importante en el campo de la medicina.
El material podría ser empleado para la estimulación de nervios, o en implantes para el corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo.
Como el tejido biológico, mejor que el metal
Los geles utilizados tienen un contenido similar de agua al que se encuentra en el cuerpo humano. El material tiene una apariencia que recuerda y se siente como el tejido biológico.
El metal, además de ser muy diferente a todo lo que se encuentra en nuestro cuerpo, tiende a lastimar los tejidos con los que entra en contacto, puede causar cicatrices e inflamaciones. A largo plazo su deterioro puede comprometer el desempeño de un implante.
Una combinación casi imposible
La combinación de polímeros e hidrogel ha sido una posibilidad considerada desde hace décadas. Sin embargo, hasta el momento los materiales conseguidos eran demasiado débiles y quebradizos y su capacidad para conducir electricidad era limitada.
Por lo general, la capacidad de conducción y la resistencia de un gel parecen estar en los extremos de un subibaja. Esto hace que el material conseguido sea aún más destacable.