El viernes pasado se produjo un ataque informático de tipo ransomware sobre la compañía de software Kaseya. Como consecuencia de esta acción cientos de empresas en todo el mundo se vieron impedidas de continuar sus actividades.
En total más de 200 negocios clientes de la compañía fueron impactados de forma indirecta.
Entre los afectados estuvo la cadena de supermercados Coop, que tuvo que cerrar sus 500 locales en Suecia porque los sistemas de cobro dejaron de funcionar. Coop no tiene un contrato con Kaseya, pero uno de sus proveedores de software utiliza sus servicios.
Un gran negocio
Kaseya es una empresa estadounidense con sede en el estado de Florida. Tiene presencia en 10 países y más de 10 mil clientes.
Otras acciones similares ocurridas recientemente han demostrado el poder de los ataques ransomware. La escala y la importancia de los servicios afectados hacen que los afectados muchas veces decidan pagar los rescates.
Cabe recordar que este tipo de gastos es deducible de impuestos en los Estados Unidos.
REvil, grupo que se sospecha está detrás de esta acción, habría pedido el equivalente a unos USD 70 millones.
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Rescate en criptomonedas
La conexión de estas acciones con las posibilidades técnica que brindan los actuales sistemas de criptomonedas es evidente cuando se observa que todos los rescates son exigidos a través de estos medios.
Según datos de la consultora Chainalysis durante 2016 se pagaron unos USD 17,8 millones en rescates en criptomonedas, en 2017 37,7 millones, en 2018 27,3 millones, en 2019 se produjo un salto a unos 92,9 millones, 2020 fue el año record absoluto con unos 406,3 millones.
Hasta mayo de 2021 se había pagado unos 81,6 millones. Pero se sospecha que la cifra puede ser mayor.
La pandemia y el teletrabajo son sin dudas un factor a tener en cuenta. También la complicidad de ciertos países. Rusia en particular ha sido acusada de amparar a varios grupos criminales.