La compañía fundada por Michael Dell vendería algunas de sus fábricas ubicadas fuera de los Estados Unidos para revertir lo que hasta estos últimos meses se tradujo en una inefectiva estrategia de fabricación. El objetivo principal de la empresa es reducir costos de cara a los malos resultados financieros que obtuvo durante el pasado cuatrimestre.
En ese lapso, según The Wall Street Journal, el fabricante registró pérdidas de hasta un 20% en relación a los períodos anteriores. El medio especializado en economía y negocios aseguró que por estos días Dell se acercó a sus partners manufactureros con ofertas para vender sus plantas.
Los rumores indican que desde la cúpula directiva delinearon un timeline de 18 meses para comenzar a implementar esta estrategia de venta y ajustes. Cabe destacar que Dell posee 60 instalaciones manufactureras y de facilidades tecnológicas en 20 países.
Este movimiento impactaría relativamente en la economía del fabricante teniendo en cuenta que gran parte del negocio de Dell se basa en su capacidad para enviar máquinas desde sus diversas instalaciones locales.
Si bien desde la compañía no se han revelado informes o reportes al respecto, está claro que tendrá que responder a la situación de alguna manera, y pronto.
Durante este año Dell ha ido disminuyendo su fuerza de trabajo, cuestión que la obligó a contratar un nuevo Director Financiero. Por otro lado, en mayo anunció que Brian Gladden había asumido como nuevo vicepresidente senior y que comenzaría su gestión en junio.