Hace un tiempo les contamos como la NASA había lanzado la misión espacial DART. Pasado otro tiempo compartimos con nuestros lectores la llegada del dispositivo a su objetivo y los resultados de la misión. DART era un experimento destinado comprobar la efectividad de un sistema de defensa planetario contra asteroides. El impacto se produjo tal y como había estado planeado y la agencia especial pudo observar cuan grande había sido la desviación producida.
Un problema respecto a este método que ha sido evidente desde el principio es que la cantidad de masa que puede ponerse en juego es limitada, y como consecuencia también la energía aplicada. Si un asteroide de gran tamaño se dirigiera a nuestro planeta, necesitaríamos algo más grande o más potente para hacerlo a un lado.
Esta es una de las pocas ocasiones en las opciones nucleares resultan adecuadas.
La alternativa nuclear
Investigadores del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Livermore han desarrollado un modelo que permite estudiar el impacto que tendría un sistema con armas nucleares. El trabajo fue publicado recientemente en la revista de divulgación científica Planetary Science.
La gran ventaja de un arma nuclear es que ofrece una enorme cantidad de energía por masa.
Según Mary Burkey, una de los investigadores, un dispositivo nuclear podría interceptar un asteroide a millones de kilómetros del planeta. En tal caso podría desviarse el cuerpo con un impacto controlado, o bien reducirlo a muchos fragmentos que también pasarían lejos de la Tierra.
Los cálculos necesarios para evaluar los posibles resultados son muy exigentes. Por dicha razón el modelo propuesto se ha enfocado en conseguir tanto precisión como eficiencia. El modelo utiliza rayos X, tiene varias condiciones iniciales para las misiones, cuatro tipos de materiales para los asteroides, considera ángulos de impacto, y otros tantos factores claves.