Las baterías de litio están presentes en nuestros dispositivos móviles, aparecen en los automóviles eléctricos y son empleadas en oficinas, hogares y plantas de energía.
Desde su invención han sido mejoradas enormemente, ahora almacenan mucha más energía y cuestan un 85% que hace 10 años.
Sin embargo es posible que una tecnología mejor ya esté lista para entrar al mercado. Y aunque a corto plazo quizás no suponga un reemplazo en ciertos rubros, resulta ser una alternativa muy interesante.
Las claves de las nuevas baterías son un mayor nivel de seguridad y sobre todo un reducido costo de producción.
Hideaki Horie creó APB en 2018 con el objetivo de desarrollar un nuevo tipo de batería. Al parecer el objetivo ha sido alcanzado y la empresa ha conseguido unos USD 74 millones de financiación. Una cifra relativamente pequeña pero que le permitiría producir de forma masiva en 2021.
Más sencillo, más rápido
Horie sostiene que APB puede producir baterías a un costo un 90% menor. El ejecutivo explica que la idea es que el proceso, que ahora es similar en complejidad a la producción de semiconductores, se parezca más a la producción de acero.
La creación de las células de una batería exige habitaciones limpias, con control de humedad, filtros de aire funcionando en todo momento y un gran nivel de precisión para prevenir la contaminación de materiales con un gran nivel de reacción.
La instalación necesaria para la actividad puede tener un costo de miles de millones de dólares, lo que explica porque existen pocas empresas dedicadas a la producción de las baterías.
Cambio de componentes y seguridad
Las baterías de APB reemplazan los electrodos de metal y los electrolitos líquidos con una construcción de resina. Durante la fabricación planchas de hasta 10 metros pueden ser apiladas unas sobre otras para aumentar la capacidad del producto final.
Como ventaja adicional las baterías de resina carecen de la mala tendencia de las baterías de litio estándares, que pueden prenderse fuego cuando sufren algún tipo de perforación. Esto ocurre porque las perforaciones provocan aumentos en la corriente eléctrica y con ello temperaturas de hasta 700 grados.
El diseño APB es bipolar, lo que permite que toda la superficie de la batería absorba el aumento.
Desventajas
El polímero empleado tiene como desventaja que no es tan conductivo como el metal, lo que podría reducir la capacidad de almacenamiento de la batería.
El diseño bipolar también hace que sea difícil el control individual de las células.
Por ahora las baterías de resina se enfocarán en el mercado de los edificios, oficinas y plantas de energía.