Una gran perturbación en la Fuerza se percibe desde ayer, y no es para menos: Disney anunció la adquisición de Lucasfilm y el lanzamiento de los Episodios VII, VIII y IX de Star Wars, que se estrenarán en 2015, 2017 y 2019 respectivamente.
La operación fue rubricada ayer por Bob Iger, CEO de The Walt Disney Company, y George Lucas, fundador, CEO y único accionista de Lucasfilm Ltd. Disney desembolsará US$ 4.050 millones —una mitad en efectivo y la otra en acciones— para adquirir todo el patrimonio de Lucasfilm, que incluye franquicias enormemente taquilleras como Star Wars e Indiana Jones, además de compañías subsidiarias de suma relevancia en el mundo del entretenimiento, como Industrial Light & Magic y Skywalker Sound.
Kathleen Kennedy, actual codirectora de Lucasfilm y una de las productoras más exitosas de la historia del cine norteamericano, pasará a ser presidente de la división Lucasfilm de Disney, mientras que George Lucas se desempeñará como asesor creativo en la nueva trilogía de Star Wars, que ya se encuentra en su primera etapa de producción.
“Siempre creí que Star Wars puede continuar sin mí, y me pareció importante realizar la transición en vida” afirmó Lucas en un comunicado. “Es hora de entregarle Star Wars a una nueva generación de realizadores”. Además de una próxima trilogía, Disney confirmó planes a largo plazo para la franquicia, que incluyen videojuegos, programas de televisión y parques temáticos.
Además del furor de los fanáticos de la saga intergaláctica, esta adquisición abre una serie de interesantes interrogantes. ¿Quién osará reemplazar a George Lucas como director de Star Wars? ¿Hasta dónde se extenderá el imperio Disney, que aún sin contar la adquisición de Lucasfilm es la empresa de medios y entretenimiento más grande del mundo? ¿Qué impacto tendrá ese poder sobre las leyes de propiedad intelectual, cuyos términos actuales son fruto de las agresivas campañas de lobby de Disney?
Por lo pronto, y dada la legión de fanáticos de Star Wars en todo el mundo, es seguro que Disney no tardará mucho tiempo en recuperar la inversión.
Fuente: The Verge