Desde hace tiempo implementé a Dropbox como un aliado imprescindible al momento de alojar mis archivos en la nube. Pero no sólo eso, también me ofrece la posibilidad de crear carpetas compartidas para hacer trabajos colaborativos con colegas, asignar un link público a cualquier archivo para que cualquier persona lo pueda descargar, y hasta sincronizarlo desde smartphones y tablets.
De hecho, aplicaciones para iPhone o iPad como Office² HD permiten abrir archivos directamente desde este servicio (además de otros como Google Docs), para verlos o incluso editarlos en tiempo real.
Volviendo a las carpetas compartidas, instalando la aplicación para Windows o Linux, basta con que cualquiera de las partes modifique, borre o agregue un archivo de manera local, para que esto se vea reflejado de inmediato del otro lado. Una solución impecable para cuando la distancia pueda plantear un problema.
La noticia, más allá de mi “entusiasmo” por el servicio, es que se dieron a conocer los números oficiales del alcance de Dropbox, fundada en junio de 2007. En este momento llega a 45 millones de usuarios de 175 países, los cuales comparten mil millones de archivos cada tres días.
Su estructura se sostiene con 50 empleados, y actualmente consiguió una inyección de capital de 250 millones de dólares. Se podría decir que un negocio redondo para sus desarrolladores.
Pero si Dropbox no les resulta interesante, les dejo algunas alternativas:
- SugarSync: 5 GB gratuitos con soporte para Windows, Mac OS X, iOS, Android, Blackberry, Windows Mobile y Symbian.
- Fiabee: 1 GB gratuito a través de una extensión para Chrome.
- Spideroak: 2 GB gratuitos con soporte para Windows, Mac OS X y Linux.
- Adrive: 50 GB gratuitos, pero sólo para usar de manera individual.
- Memopal: 3 GB gratuitos, especialmente pensados para backup.