Lo primero que es necesario admitir es que los gobiernos a menudo espían a sus ciudadanos. Lo segundo es notar que no tanto como muchas personas creen, o al menos no como piensan. Nadie instala microchips de seguimiento a través de vacunas. Y de esto podemos estar seguros porque esa tecnología no existe (aún) y porque hay mecanismos mucho más sencillos. Gran parte de la información que podría ser de interés la suministramos de forma diaria a través de nuestros teléfonos a empresas privadas.
Las centrales de inteligencia de los Estados Unidos han estado comprando información personal de los ciudadanos de dicho país. Así lo revela un reporte de la oficina del Director de Inteligencia Nacional, que fue parcialmente desclasificado recientemente. El texto fue escrito en Enero de 2022.
Gobierno y ciudadanos
En los Estados Unidos existen varias restricciones sobre la recopilación de información por parte de los organismos gubernamentales. Pero las limitaciones para la compra y venta de información personal por parte de compañías privadas son menores.
El informe advierte que la información disponible a nivel comercial puede contener a menudo datos sensibles o íntimos tanto sobre el perfil como los hábitos de las personas. Puede ser empleada para indagas en sus vidas, arruinar su reputación o causar grandes niveles de estrés emocional.
Aún aplicándose los controles establecidos, la información de acceso comercial, puede darle al gobierno un poder excesivo sobre las vidas de los ciudadanos.
En el reporte se detalla que varias agencias gubernamentales han considerado contratar a empresas privadas para que les suministren los datos personales.
La amenaza de otros gobiernos
Como suele ocurrir en estos casos la advertencia no solo es un llamado a la propia prudencia. Se destaca que agencias de gobiernos extranjeros pueden estar utilizando este mismo recurso. En teoría tendrían la misma posibilidad de acceso comercial.