Un grupo de discográficas ha decidido demandar a una proveedora de Internet en Estados Unidos. La acusan de seguir brindando sus servicios a clientes acusados de distribuir de forma ilegal contenido bajo derecho de copia. Afiman que a sabiendas, Verizon suministraba un servicio de alta velocidad a una comunidad de piratas online.
Universal, Sony y Warner han presentado su demanda en la Corte del distrito sur de Nueva York. En ella se apuntan más de 340 mil casos de violaciones de derechos de copia desde 2020. En todos los casos aparecen usuarios de Verizon utilizando herramientas P2P para compartir archivos. En total más de 17 mil obras habrían sido afectadas. Se apunta, además, que Verizon obtuvo beneficios económicos de la actividad ilegal de sus usuarios. Los demandantes exigen una compensación por daños de USD 2600 millones.
Argumentos encontrados
Desde la Electronic Frontier Foundation se ha advertido, con motivo de un caso anterior muy similar, que este tipo de demandas podría ser algo peligroso. Muchos proveedores se verían forzados a desconectar a los usuarios solo por las acusaciones de las compañías discográficas. Algo similar podría pasar en otras industrias.
Las empresas demandantes apuntan al hecho de que Verizon recibió las notificaciones sobre el mal comportamiento de sus usuarios en varias ocasiones. Pero decidió no actuar. Tambiéna explican que la empresa ha aplicado cargas monetarias excesivas a los procesos de denuncia en su programa antipiratería.
Una situación complicada
Por un lado parece claro que el proveedor no tiene mucho interés en las actividades ilegales de algunos de sus usuarios. Por otro lado bajo el principio de neutralidad de la red, quizás no debería ser responsable. Más aún teniendo en cuenta que se trata solo de denuncias, no de órdenes judiciales. La conexión entre la actividad ilegal y los beneficios de la empresa es discutible.
Pero también cabe reconocer que cuando Facebook o YouTube publican avisos en contenido con desinformación, discurso del odio, etcétera, se las acusa de hacer la vista gorda en favor de los beneficios económicos.
Son distintos niveles de plataforma, diferentes elementos (porque además nadie le tiene simpatía a las discográficas), pero la lógica es similar.