Luego de meses de huelga, el sindicato de escritores para medios audiovisuales de los Estados Unidos ha conseguido cerrar un trato con las productoras. La Writers Guild of America ha anunciado el fin de la medida de fuerza y ha publicado las condiciones alcanzadas con la Alliance of Motion Picture and Television Producers.
Si te interesa tener una visión completa sobre el trato puedes verlo en esta página. A continuación destacamos dos aspectos. Uno de ellos es el uso de la inteligencia artificial y el otro las ganancias por streaming.
IA, escritores y material original
En el acuerdo se apunta que:
- Las IA no pueden escribir material literario, tampoco se puede considerar lo que producen como material originario.
- Un escritor puede elegir utilizar IA cuando realiza sus tareas si la empresa para la que trabaja lo aprueba. La empresa no puede obligar al escritor a utilizar la herramienta.
- La empresa debe informar al escritor si cualquier material que se le brinda fue generado por una IA o contiene partes generadas por una IA.
- El sindicato sostiene que el uso del material generado por escritores para entrenar una IA está prohibido por ley y el acuerdo establecido.
Nota sobre el material original
Mucho de lo establecido apunta al concepto de material original. Uno de los temores de los escritores era que las productores decidieran generar la base de los contenidos con IA y luego hacer que ellos trabajaran a partir de dicho material. De esta forma el rol de creador del escritor sería disminuido, así como sus derechos sobre lo producido.
Video por demanda y streaming
Los cambios en las condiciones de trabajo para los productos distribuidos por streaming y video por demanda son complejos. Las compensaciones varían según el nivel de la producción. Muchos de los términos no aplican a pequeñas producciones. La intención no es forzar costos extras sobre los pequeños y medianos creadores de contenido.
En términos generales se establecieron bonificaciones para los escritores basadas en la cantidad de visualizaciones. El foco está puesto en los productos que alcanzan un mayor nivel de popularidad (20% o más de los suscriptores durante los primeros 90 días).
Además, las empresas deberán suministrar al sindicato los números de las horas de streaming de cada producto tanto a nivel local como internacional. Los datos serán tratados como información confidencial.
Los programas que obtienen ingresos por publicidad también tendrán una compensación similar.