Entre las mejoras que podrían aparecer en el Samsung Galaxy S5 se encuentra la adopción de una batería de mayor capacidad. Una posibilidad apunta a un componente de 2.900 mAh con tecnología de carga rápida que busca realizar el trabajo de reabastecimiento en 2 horas.
El Galaxy S4 utiliza una batería de 2.600 mAh, por lo que se espera una mejora en términos de autonomía. Sin embargo, hay que considerar otros factores que pueden exigir un mayor consumo de parte del dispositivo. Los rumores señalan que la batería Li-ion presentará mejoras que hacen posible guardar un 20% más de energía en el mismo espacio. Este desarrollo se basa en el uso de ánodos de silicio en vez de los construidos en grafito.
Las baterías del nuevo Galaxy S5 serían producidas por la empresa de Silicon Valley Amprius. Según esta compañía el componente puede producirse con la tecnología actual y está presente en varios dispositivos electrónicos en la actualidad. Al parecer ha llegado por fin la hora de su implementación en el mundo de los smartphones. El resultado podría ser una serie de teléfonos, comenzando por el modelo de Samsung, más compactos y con mejor rendimiento.
Hace poco se dieron detalles de lo que serían las características del nuevo teléfono de bandera de la compañía surcoreana. Además de ofrecer un procesador Snapdragon 805 o como alternativa un Exynos 6, tendrá una pantalla QHD súper AMOLED (2.560×1440). La cámara alcanzaría los 16 mega píxeles y el dispositivo vendría en armazón de plástico o metal. Dado que se trata de un dispositivo más potente es probable que también resulte más exigente, más allá de lo que el software pueda ayudar a la batería. En especial existen dudas sobre cómo afectará la pantalla el consumo de energía.
Fuentes: Phonearena, Sammobile
Imagen: PlaneteGalaxy (A8)