En los últimos años asistimos a una explosión de consumo, sobre todo en el sector de la tecnología, casi sin precedentes. Las cifras hablan de records de ventas de Laptops, PCs, Televisores y la monumental cifra de 50 millones de teléfonos celulares sólo en Argentina. El progreso tecnológico, incesante, termina por volver obsoletos a muchos de estos dispositivos en poco tiempo. Así, artículos electrónicos comprados hace pocos años dejan lugar a otros nuevos. Televisores de pantalla plana de tubos catódicos dejan lugar a modernos LED TVs, los clásicos celulares “Candy bar” desaparecen para dar lugar a los smartphones, poderosas Laptops ocupan el lugar que antes ocupaban en muchos hogares las PCs de escritorio. Es aquí cuando surge el problema: ¿Qué hacer con ese aparato, ahora obsoleto?
En primera medida habría que definir que entendemos por obsoleto. El desarrollo tecnológico, a veces demasiado vertiginoso, termina por volver “viejos” dispositivos perfectamente usables. Aquí surge una primera vertiente que es el reúso, es decir la capacidad para que ese componente vuelva a ser utilizado, sin necesidad de ser desechado.
Ahora bien, cuando ese componente se encuentra realmense obsoleto, asistimos generalmente a la incógnita de qué hacer con él. ¿Es un elemento más y como tal debe ser arrojado a la basura? ¿Es un peligro potencial para el medio ambiente? ¿Dónde debo llevar este tipo de residuos?
Estas preguntas no solo afectan a particulares, sino también a pequeñas, medianas y grandes empresas. Existen dispositivos electrónicos en cada rincón y millones están por ser arrojados a la basura, por eso es necesario saber qué hacer con ellos.
Jorge Santkovsky, responsable de Relaciones Institucionales de Scrap y Rezagos SRL y Presidente de la comisión de Medio Ambiente de CAMOCA, al ser entrevistado por RedUSERS ofreció su mirada respecto al fenómeno.
“Las empresas lentamente tienen cada vez más interés en el tema. Hay una diferencia enorme desde el último tiempo hasta ahora, más allá de la legislación, tanto por la propia presión de la gente, como también por el hecho de que se están incorporando ingenieros ambientales en las empresas o gente responsable de de éstas áreas. Cotidianamente recibo información de empresas que quieren cumplir con la legislación del país y estar preparadas para los cambios que surjan. A las empresas americanas y europeas les interesa mucho cumplir con las normas del país, inclusive con las que no hay.” Explica Santkovsky y agrega “Eso ha sido un cambio significativo en el último tiempo. Antes muchas empresas de primer nivel mandaban a triturar sin ningún problema y sin pensar. Y Esto no tenía nada que ver con los costos, sino con no prestar atención.”
Rezagos es una de las pocas empresas habilitadas por la Secretaría de Medio Ambiente para gestionar residuos electrónicos. La misma se encarga del equipamiento obsoleto, obteniendo formas sustentables de tratar los materiales para reincorporarlos al ciclo de producción. Respecto a su funcionamiento Santkovsky aclara: “Nuestra principal actividad es el reciclado. Por ello entendemos el aprovechamiento de los materiales que tienen los equipos, pero tenemos un acento muy fuerte puesto en el reúso. Tenemos con una larga experiencia en el reúso, que comienza en Compucanjes. Esa experiencia nos dio un hándicap muy grande en el negocio, porque sabemos del tema, eso minimiza costos. El resto de lo que no se puede devolver al mercado como producto, ahí si va a reciclado. Nada de lo que recibimos nosotros va a la basura. Todo tiene un destino, esto ayudado porque las empresas están cada vez más interesadas en soluciones ambientales.”
A pesar de los avances que hubo en los últimos años, la basura electrónica no dispone aún en Argentina de una legislación que la regule. En mayo de éste año, fue aprobado en el senado un proyecto de ley que busca promover la responsabilidad del fabricante hasta el destino final del producto, estableciendo presupuestos mínimos para la gestión de aparatos electrónicos y sus residuos. La norma incluye a equipos de computación, televisores y teléfonos celulares, entre otros dispositivos con alto valor de recambio que, a su vez, poseen un alto poder contaminante.
“Este proyecto de ley, que ya está aprobado en el senado y ahora está dando vueltas por diputados (el proyecto que se encuentra en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados y que será girado a la de Industria y a la de Presupuesto), es un proyecto del senador Filmus que, si bien no cuenta con el apoyo de todo el mundo y hay aspectos en lo que se debería mejorarlo, sería por lo menos un avance en la materia”.
“Actualmente lo que hay son varios proyectos a nivel provincias. En la ciudad de Buenos Aires hay algunas normativas, por ejemplo respecto a los residuos electrónicos generados por el mismo estado, que son muchos. La provincia de Buenos Aires tiene una normativa voluntaria orientada hacia las empresas productoras y después hay diferentes cosas sueltas en provincias en general que no han llegado a prosperar. El problema de las normativas es que necesitan de trabajos muy grandes y un consenso para poder reglamentarse y ser efectivas.” reflexiona Santkovsky. “En la práctica, es lo más serio que se hizo, ya que no hay nada que regule la actividad en sí.”
Para Santkovsky lo que existe es un atraso ”Los países regionales han avanzado más que nosotros, pese a que nosotros estábamos más avanzados hace un tiempo a nivel de gestación de leyes. Hoy en día estamos más atrasados que el resto. A nivel global hay entes reguladores en Estados Unidos y la Comunidad Europea, con muchas cosas interesantes. Pero en sí es un tema relativamente muy nuevo, como también es una cosa muy nueva la computación. Las cosas no son fáciles, costó mucho. Al principio por ejemplo el tema del reúso no estaba bien visto, no estaba vinculado con el tema ambiental.”
Hoy en día el reúso se acepta con más naturalidad, ya que como explica “las empresas pensaban que el reúso competía contra el producto nuevo y tenían miedo. Ahora no, está visto que no compite contra lo nuevo. No se lo ve como algo raro. Si bien en países como el nuestro no esta tan desarrollado, no existe el desconocimiento que existía anteriormente.”
El problema del Coltan
El coltan surge de la contracción de dos minerales, la columbita y la tantalita. Este componente es fundamental para la industria de la tecnología y se lo puedo encontrar en una amplia variedad de dispositivos: Teléfonos celulares, GPS, computadoras, televisores, reproductores musicales e incluso en la industria de la medicina y la aeroespacial. Esto lo constituye en un componente esencial para la elaboración de componentes electrónicos. Sus principales productores son La República Democrática del Congo (que posee el 80% de las reservas mundiales), Australia, Brasil, Ruanda y Etiopía.
En África, más precisamente en Congo, las disputas por el control del coltan han provocado enfrentamientos armados entre facciones locales, apoyados en varios casos por gobiernos extranjeros. Estos enfrentamientos han dejado un saldo de más de 5 millones victimas, lo que constituye el mayor número de muertes desde la Segunda Guerra Mundial. La extracción de coltan tiene además devastadoras consecuencias en la salud de los habitantes y en los ecosistemas. En sus minas los trabajadores se encuentran sometidos a regímenes de semiexplotación, como así también la destrucción total de hábitat de especies en peligro, como gorilas y elefantes.
Santkovsky explica “No podemos seguir sacándole a la naturaleza recursos que no se pueden recuperar. El tema del coltan no es ninguna pavada, es el genocidio más grande después de la segunda guerra mundial. En países como Colombia por ejemplo, la extracción del coltan es controlada por las FARC. Y sin ese coltan no hay LCDs, no hay celulares, nada.”
El problema del coltan desnuda un conflicto mucho más profundo, lo que reafirma la necesidad del reciclaje de este tipo de materiales. No solo se evita contaminar el medio ambiente, sino que también se logra reutilizar un elemento esencial, no renovable y valioso, que es motivo de disputas armadas en varias regiones del globo.
“Eso solo alcanzaría para que la gente tome conciencia de que debe reciclar los residuos electrónicos, solamente eso. El aprovechamiento de este material que se encuentra en infinidad de dispositivos electrónicos, un componente sobre el cual ni siquiera hay regulaciones y donde muchos países de occidente tienen conocimiento de lo que implica su explotación, pero optan por ignorarlo.”
El reciclaje y la reutilización de las pilas y los toners.
Otro gran problema en cuanto al reciclaje es el destino de las pilas. Si bien en los últimos años se ha alentado el uso de pilas descartables, su desecho debe ser controlado para no convertirlo en un material potencialmente contaminante.
“Hay un tema con las pilas comunes y las pilas descartables. La batería de celular por ejemplo, hoy en día es un commoditie, se puede recuperar, existe la tecnología. Nosotros tenemos un contrato con una empresa de Francia para exportar baterías y ellos recuperan los materiales absolutamente. Es un problema, pero ya existen soluciones para esos problemas. Con la pila común es más complicado porque vos tenés que utilizar otra pila cada vez que se consume su carga. Gasta más energía. Y con la pila recargable, si bien es una pila más correcta, desde el punto de vista de la energía, el problema que tiene es que si va al basural o a la tierra es un verdadero residuo peligroso. Sin embargo pese a ser un residuo peligroso, es un residuo que tiene valor, porque sus materiales tienen valor: niquel, cadmio y coltan por ejemplo. Tiene todo eso. Entonces es polémico, porque por un lado es un residuo peligroso, pero por otro lado hay tecnología para recuperar los materiales. No en Argentina pero si afuera, entonces es muy diferente a otro tipo de residuos peligrosos, ya que contienen materiales valiosos que pueden recuperarse.”
Otro inconveniente que se debe superar a la hora de enfrentar el reciclado de componentes es la desinformación que suele haber en cuanto al potencial daño que puedan llegar a causar algunos componentes, como así también el tratamiento que se le debe dar a los mismos. Santkovsky lo grafica con un ejemplo: “Hace un tiempo una empresa tenía 10 toners usados. Me llama la secretaria y me dice ‘mira, me dijeron que son recontra peligrosos’. Hay una confusión muy grande en torno a ello. El toner, como la computadora en si no hacen nada. Vos tenes la PC en un placard y no va a traerte problemas, lo mismo con los toners. Pero vos si dejas a la placa electrónica en un baldío eso contamina muchísimo. Simplemente no hay que dejar estos materiales en la basura.”
Para Santkovsky esto está basado sencillamente en el desconocimiento y la poca preparación que hay sobre el tema. Lo cual no significa que no exista interés.
“No es que no hay interés, hay interés, me llaman todos los días de todos lados, recibo preguntas de los municipios, del estado, de los chicos de la facultad, del secundario. O sea, interés hay, faltan políticas que permitan avanzar. Existe mucha gente trabajando en esto, no solo somos nosotros. Hay muchas variables. Afuera también se ve mucho, esta problemática de cómo juegan los diferentes factores, hay muchas experiencias para ver. Lo bueno es que el reúso está cada vez mejor visto, antes era mala palabra. De hecho vivo del reúso. Ha cambiado la cabeza, es un tema de paradigmas. Los toners ahora se entiende que se pueden reusar , sociedad lo apoya a esto. Antes no se lo apoyaba y hoy se acepta el reúso. El tema es saber exactamente que contamina, que no y como contamina.”
Para más información pueden ingresar en: http://www.rezagos.com/