El 3 de abril marca el aniversario de un verdadero un hito en la historia de las telecomunicaciones. Hace 40 años, el ingeniero de Motorola Marty Cooper realizaba la primera llamada desde un teléfono celular, dando inicio a una industria que se transformaría con el paso de los años en un negocio multimillonario, responsable de algunas de las revoluciones más importantes en el campo de la comunicación en el último cuarto del siglo XX y principios del siglo XXI.
En 1973, las llamadas “sin cables” ya tenían varias décadas de vida, pero su tecnología era rudimentaria. Los radioteléfonos, que utilizaban frecuencias AM (y posteriormente FM) eran los más comunes: aparecieron a finales de los años 40 en Estados Unidos y por su peso y dimensiones estaban destinados casi exclusivamente a ser un accesorio para automóviles. Los usuarios generalmente instalaban el equipo en el baúl, para luego pasar un cable hasta el tablero del vehículo.
Bell fue una de las primeras empresas en explotar comercialmente la radiotelefonía. Años después los laboratorios de la telefónica (cuna de grandes avances tecnológicos) iban a ser pioneros en la investigación de la telefonía celular, junto a la ya citada Motorola. Finalmente, el fabricante de equipos inalámbricos fue el primero en realizar una llamada desde un “celular”, y el destinatario fue Joel Engel, jefe de Bell Labs.
“Joel, soy Marty. Te estoy llamando desde un teléfono celular, un verdadero teléfono celular portátil de mano” fueron las palabras de Cooper, que se comunicó con su archirrival de aquel entonces ante la mirada atónita de los medios de comunicación presentes. El equipo utilizado por el ingeniero fue un Motorola DynaTAC 8000X, el famoso “ladrillo”, que inicialmente tuvo un peso de 800 gramos y un precio bastante restrictivo: 3995 dólares (10.000 dolares actuales).
Sin embargo habría que esperar para la instalación de las primeras redes comerciales. La japonesa NTT daría el puntapié inicial en 1974, seguida de NMT en 1981, que operaba en Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia. AT & T habilitaría la primera línea en Estados Unidos en el año 1983 y Argentina haría lo mismo en 1989. Para ese entonces, el “celular” ya había llegado para quedarse.