Con motivo de la inauguración del nuevo Centro de Servicio de Garantía para el Usuario final en Argentina, Hernán Chapitel, Country Manager para el cono sur de GIGABYTE, aprovechó para presentar la última novedad para los clientes de la compañía taiwanesa y revelar sus impresiones sobre el panorama industrial en el país.
“Nuestro desafío para 2012 en Argentina es mantenernos como marca número 1 y nuestro objetivo es continuar con una constante del 30% del Market Share en el país.” Explico Chapitel, quien además agregó que “Para ser el N.1 no solamente hay que mover volumen, hay que mostrar servicio al cliente. Como ya logramos el volumen, con los buenos resultados de 2011, ahora tenemos que afirmarlo fuertemente y para esto lo respaldamos con el soporte y la garantía real por 3 años.”
La compañía aclaró que sólo cubre aquellos motherboards dentro del periodo de garantía.( 3 años) y los usuarios deben llevar la copia de la factura de compra y formulario de Garantía previo llamado o envío de e mail al centro de servicio de Garantía. El staff de éste centro cuenta con un ingeniero de Fábrica y dos técnicos especializados.
“Con el Servicio de Garantía para el usuario final liberamos la carga de soporte técnico para que el reseller y el distribuidor vendan tranquilos nuestros productos y del soporte nos encargamos nosotros. De esta manera tanto el canal como el usuario final acudirán a la misma oficina, porque habrá muchos clientes que por tradición o comodidad seguirán manejando el RMA con su distribuidor habitual y éste a su vez nos enviará las piezas.” indico el ejecutivo, subrayando además que GIGABYTE tiene en estos momentos menos del 1% de fallas en porcentaje sobre productos vendidos, reparándose de esa cifra casi el 90%.
Sobre el panorama industrial, y en relación a las importaciones, Chapitel sustuvo: “Creemos rotundamente que estamos ante un enfriamiento de la economía con una inflación que no se puede detener. Al frenar importaciones por más del 60% (esto es el promedio desde que rige la nueva resolución de Aduana el 1 de febrero de 2012) automáticamente se genera un desabastecimiento de productos en general y baja el consumo interno simplemente porque no hay de tal ó cual producto. Un reflejo de esta situación es ver a los pasajeros en Ezeiza trayendo consigo productos difíciles de encontrar hoy en tiendas, desde smartphones, motherboards y micros hasta planchas, licuadoras, afeitadoras. etc. Por supuesto que cada rubro tiene diferentes tiempos de almacenamiento e inventario, aún es muy pronto para que el problema se vea en rubros como metalúrgica, autopartes, etc., con inventarios para más de 6 meses. Pero en rubros como el nuestro, informática, nos manejamos con muy poco inventario, dado que la evolución tecnológica de los mismos te impide hacer planificaciones mas allá de los próximos 2 ó 3 meses.”
“Creemos que con las restricciones, los usuarios van a poner más atención en el tema de la garantía local porque van a tener que estirar la vida útil de su producto, y ahí contamos con una gran ventaja”. Aclaró Chapitel y agregó: “Por supuesto que estamos a favor de la industria nacional y queremos ver a nuestro país en la élite de los países industriales, pero todo esto lleva tiempo y sobre todo políticas de Estado que hay que desarrollar en el tiempo y de manera continua. Se necesitan reglas claras. Hoy no hay ninguna norma ni requerimiento por el cual un importador sepa qué y cuánto puede traer”.
“Lamentablemente en nuestro rubro, de continuar con esta coyuntura, veremos resultados negativos dentro de muy pocos meses; suspensiones y despidos. Estamos hablando de un problema que se puede revertir si se interviene a tiempo, se trata de una industria que mueve miles de empleos en la Argentina y en un plazo realmente corto son pocas las empresas que podrán sobrevivir en este escenario.“
Hernán Chapitel cerró sus declaraciones con una reflexión: “En Argentina hay 5000 resellers, unos 100 retails, sub-distribuidores importantes y 10 ó 15 distribuidores de primera línea: si continúan las bajas en las importaciones en un 60%, y los tiempos de fabricación local no se llegan a cumplir, no habrá que vender, entonces las pregunta son: ¿Cómo se mantendrá a flote nuestra industria sin los empresarios teniendo que empezar a recortar presupuestos? ¿No llevará esta situación a dejar gente sin su puesto de trabajo?”