Un trabajo publicado recientemente en la revista Environment International recopila datos de 28 años de estudios para afirmar que no existe evidencia que vincule las ondas de radio de los celulares al cáncer de cerebro o cualquier otro trastorno de la salud. El trabajo fue parcialmente financiado por la Organización Mundial de la Salud. Cubrió unos 63 estudios publicados entre 1994 y 2022.
Sin conexión alguna
Los autores del trabajo afirman que el resultado es la evidencia más fuerte de que las ondas de radio de la tecnología inalámbrica no son peligrosas para la salud de los seres humanos.
En ningún caso pudo encontrarse un vínculo entre la exposición y un problema de salud. Los científicos señalaron que el uso prolongado durante más de una década no cambio los resultados. Tampoco lo hizo el tiempo total de uso del teléfono. Otro aspecto que se ha destacado es que a pesar del incremento en el uso de la tecnología, y por tanto la emisión de las ondas de radio, no se ha producido un incremento en el porcentaje de casos de cáncer en el cerebro.
Orígenes del temor
Muchos de los temores que las personas tienen en relación a la salud son injustificados. Pero la actitud puede ser vista como lógica: es mejor prevenir sin razón que lamentarse con razón. En el caso de los teléfonos móviles hay un antecedente importante. Hace poco más de 13 años un panel de científicos de la OMS designó a las ondas de radio de los dispositivos como potencialmente cancerígenas.
En ese momento, se habían considerado estudios en los que personas que padecían cáncer reportaban un gran uso de los dispositivos móviles. Sin embargo, esta evidencia resultó ser escasa e inadecuada.
Más estudios
Los investigadores han señalado que a pesar de lo concluido es importante realizar más estudios. Mucho más considerando que nuevas frecuencias para las comunicaciones han comenzado a implementarse. Asumir que el tema se ha cerrado no sería correcto.
