Hace poco les contamos como las autoridades británicas le habían bajado el pulgar a la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft. El argumento esgrimido era que afectaría sensiblemente a la competencia en la industria en el Reino Unido. Más recientemente la Unión Europea ha aprobado la operación señalando que no perjudicará la competitividad en el sector.
Las diferencias pueden ser atribuidas a las distintas realidades de cada espacio, diferencias en los criterios empleados o el éxito o no de Microsoft para convencer a los legisladores con una serie de acuerdos con otras empresas. Lo que está en juego es una movida estratégica de unos USD 69 mil millones.
La nube
La oferta de juegos en la nube fue el aspecto clave en ambas decisiones. Microsoft ha prometido ofrecer licencias de los juegos de Activision en la nube para otras plataformas de forma automática durante unos 10 años. Esta alternativa parece no haber sido suficientemente buena para los reguladores británicos, pero ha convencido a sus colegas europeos.
Es importante notar que el régimen de licencias se aplicaría de forma global. Nintendo ya ha aceptado el acuerdo, pero Sony, en cambio, se ha opuesto a la compra de Activision.
Un paso difícil en EEUU
La decisión de la Unión Europea le permite a Microsoft enfrentar su próximo desafío con un poco más de respaldo. En Estados Unidos la Comisión Federal de Comercio intenta bloquear la operación en una corte federal.