Meta ha decidido eliminar su sistema de comprobación de datos en favor de un esquema de notas comunitarias. También ha relajado su política de moderación de contenido para temas sensibles. La reacción a estas medidas ha sido diversa, algunos han señalado que se trata de una elección razonable y otros han vaticinado un apocalipsis de contenido tóxico y mentiras. Incluso Mark Zuckerberg ha admitido que aunque espera favorecer la libertad de expresión es posible que la capacidad para combatir mensajes nocivos se resienta.
Esta es la situación de Meta y otros medios en Estados Unidos. Sobre todo con la vuelta a la presidencia de Donald Trump. Pero en Europa la historia es diferente y las autoridades del continente han dejado en claro cuáles son las prioridades.
Contra el discurso del odio
Meta, X, Google y YouTube han acordado realizar mayores esfuerzos para combatir el discurso del odio. Otras empresas que se han comprometido con la causa son Instagram, LinkedIn, Microsoft, Snapchar, TikTok, Twitch y DailyMotion,
La exigencia llega de parte de una actualización al código de conducta que será integrado a la reglamentación de la comunidad europea. Henna Virkunen, comisionada de la Unión Europea, afirmó “En Europa no hay lugar para el odio ilegal, sea fuera o dentro de internet. Le damos la bienvenida al compromiso de loa accionistas para reforzar el código de conducta bajo el acta de servicios digitales”.
Nota: El término odio ilegal suena extraño porque supone que hay un odio bueno y uno malo, pero apunta al discurso del odio y la discriminación dejando la posibilidad a la gente a manifestar su emociones, incluyendo el odio, por razones diferentes.
Mayor control
En el nuevo código de conducta las empresas se comprometen a permitir que entidades públicas y ONG con experiencia en el campo examinen el modo en que combaten el discurso del odio y puedan revisar algunos de los reportes que les llegan. También se implementarán detectores automáticos para filtrar los mensajes que infrinjan las normas. Las plataformas también darán reportes detallados sobre la naturaleza del discurso del odio en cada país.
Es curioso ver como empresas como Meta han lamentado como pésimas las políticas de contenido que han mantenido en EEUU; pero al mismo tiempo se muestran absolutamente convencidas de mantener estrategias similares en Europa.
