Las empresas argentinas que ensamblan PCs en el país presentaron en las últimas horas una contrapropuesta al Gobierno nacional, luego de que se revelaran las intenciones de quitar el arancel de importaciones de computadoras a partir de 2017: si se eliminan los aranceles a la importación de componentes que se usan en el armado de los equipos y se implementa un plan al estilo “Ahora 12, pero para el sector informático, prometen bajar los precios y acercarse a los precios internacionales.
Carlos Scimone, gerente general de la Cámara Argentina de Máquinas de Oficina, Comerciales y Afines (Camoca) aseguró, en diálogo con La Nación, que la rebaja rondaría el 4%. En este sentido, destacó que “No es mucho, pero es. Nosotros mejoraríamos la productividad para dos o tres modelos y el Gobierno podría ayudarnos en la financiación”. Jorge Luis Cavanna, presidente de la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (Cadieel), coincidió con el directivo y agregó: “Si bajan los aranceles que están pagando los componentes vas a tener una baja de costos”.
Desde el lago del Gobierno consideran que los ensambladores locales subieron exesivamente los precios el año pasado y obtuvieron una renta extraordinaria. Para contener los valores esperan sumar mayor competencia al mercado, de la mano de productos importados más baratos. Los fabricantes y los gremios advierten que el impacto de esta medida en el empleo será sumamente negativo “Hay como mínimo 10.000 puestos de trabajo en riesgo, no son solo las 5 compañías principales, sino una cantidad de Pymes que hacen el ensamblado en distintas partes del país”, puntualizó Scimone.
Según La Nación, el sector estima que el arancel que se paga por las PCs importadas será reducido del 35% al 16% el 1 de enero y, en el mediano plazo, podría llegar al 0%. Por ahora no hubo precisiones al respecto desde el Gobierno.
A modo de compensación, las empresas nacionales tendrían una participación en el Plan Conectar Igualdad de 200.000 equipos (sobre un total de 500.000), fuentes oficiales aseguran que las empresas “presentaron ofertas tentativas de casi 100 dólares menos por computadora”.
“La materia prima formadora del precio final la estamos pagando más cara; tenemos cargas tributarias más altas que otros países e intereses financieros más altos también. Es difícil conseguir una industria competitiva en su conjunto”, advirtió Cavanna. La semana que viene, las cámaras y la UOM, junto a la CGT, volverán al Ministerio de Producción para formalizar la propuesta por escrito.