La propuesta de Flappy Bird era sencilla en extremo: en la pantalla, una pixelada ave debía arreglárselas para sortear una serie de tuberías inspiradas en el universo de Mario Bros., según admitió Dong Nguyen, el joven desarrollador de origen vietnamita; de hecho, Nguyen reveló que dio forma al juego en unos pocos días. No obstante, la propuesta lúdica ganó fama: con pocos meses de disponibilidad en las tiendas Google Play y App Store, se ubicó al tope entre los juegos gratuitos. Según había dicho Nguyen en una entrevista a The Verge, con descargas superiores a los 50 millones, las ganancias por publicidad rondaban los US$50 mil al día.
¿Quién soltaría a la gallina de los huevos de oro? La noticia sorprendió a muchos: según detallamos en esta nota, Nguyen dio de baja el juego, soltando algunas revelaciones a través de su cuenta oficial en Twitter. “Simplemente no puedo soportarlo más”, dijo. Agregó que el retiro de la aplicación no responde a conflictos legales (Nintendo se había hecho oír por las similitudes con su franquicia estelar) y que seguirá desarrollando juegos. En vista a esta última afirmación (el retiro de Flappy Bird, aunque no su propio retiro) abrió paso a numerosas especulaciones. “Dong Nguyen ha asegurado que una gran audiencia esté esperando con anticipación y sin aliento el próximo juego. Y si eso funciona, siempre puede permitir que Flappy Bird vuele otra vez”, dijo un analista citado por BBC.
Ahora, en diálogo con Forbes, Nguyen dijo que la despedida del mentado juego responde a que se trata de “un producto adictivo” y que, por contrapartida, el mismo fue originalmente concebido para ser jugado en situaciones de relax. “Creo que se convirtió en un problema”, deslizó el desarrollador vietnamita y agregó que el juego “se ha ido para siempre”.
Que un producto sea adictivo no parecer ser una razón convincente para retirarlo de las góndolas, al menos siendo ésta una decisión del mismísimo creador del producto. Otras revelaciones de Nguyen, aunque no definitivas, pueden resultar más convincentes que sus altruistas explicaciones: “Mi vida no era tan confortable como lo era antes (…) No podía dormir”, reveló en una novela para la que se esperan nuevos capítulos.