La Agencia Nacional de Frecuencias de Francia le ha ordenado a Apple que deje de vender el iPhone 12. El problema es la emisión de radiación electromagnética, que según el ente regulador supera los límites de seguridad. También le ha exigido a la empresa que corrija las unidades en circulación, para lo cual deberá realizar un pedido de retorno. Los reguladores han dejado en claro que el problema no puede resolverse con un cambio en el software.
El gobierno francés ha señalado que la compañía tiene 2 semanas para responder a las exigencias. De otra manera el ejecutivo se encargará de emitir la orden de retorno para todos los iPhones 12.
Límites y consecuencias
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que no existe evidencia que apunte a que los bajos niveles de radiación de los teléfonos sean nocivos para los seres humanos. Sin embargo, varios países han decidido establecer límites en este aspecto. La disparidad de criterios hace que lo que sea perfectamente aceptable en un país se considere como inapropiado en otro.
Francia compartirá los resultados obtenidos en las pruebas a los teléfonos de Apple con las entidades reguladoras de otros países de la Unión Europea. Esto podría desencadenar una serie de medidas similares en países que estén cerca de los estándares franceses.
Las pruebas
El iPhone 12 fue sometido a dos pruebas. Una que mide la tasa de absorción de radiación cuando el teléfono está cerca del cuerpo. En este caso el iPhone llegó a los 5,74 watts por kilo, superando el límite de 4. La prueba que mide el efecto cuando el dispositivo está a mayor distancia, esto es en la campera o una mochila, no mostró lecturas problemáticas.
