La compañía Deliveroo ha recibido en Francia una multa de EUR 375 mil. Dos de sus ejecutivos han sido condenados a 12 meses de cárcel y una multa de EUR 30 mil, un tercero a 4 meses y una multa de EUR 10 mil. Dado que las condenas son reducidas no irán a la carcel, pero notoriamente se les ha prohibido dirigir empresas.
Estas penas de la justicia francesa tienen como objetivo castigar la complicidad de los ejecutivos en el mantenimiento de trabajo oculto. Básicamente, el tribunal a cargo entiende que los repartidores de la empresa eran empleados a los que los ejecutivos negaban dicha condición.
Antecedentes
Algo similar había ocurrido en España durante 2021. El Tribunal Supremo de dicho país había determinado que los repartidores no eran autónomos, sino la fuerza laboral de la empresa. La sentencia en ese caso se convirtió en ley. Deliveroo optó por abandonar el mercado español.
Otras empresas, como Glovo, contratan a sus repartidores, los que les permite trabajar en estos países.
En muchos países de Europa la definición de estos esquemas laborales todavía no está firme. Sin embargo la Comisión Europea ha impulsado la regularización del sector. La medida podría afectar a unas 4 millones de personas en el viejo continente.
La situación recuerda en gran medida a los conflictos que Uber ha tenido con los conductores en Estados Unidos y algunos países de Europa. Deliveroo, al igual que Uber en su momento, sigue una estrategia de actuar primero y negociar después. La idea muchas veces es que o la ley es antigua y debe adaptarse a la nueva realidad del mercado o las empresas están ajustándose.
