Una nueva legislación establece que los estudiantes franceses tendrán prohibido usar teléfonos inteligentes y tabletas mientras estén en las escuelas. La ley, que originalmente se anunció como proyecto en la campaña electoral del presidente Emmanuel Macron, se elevó a una cuestión de salud pública en medio de las preocupaciones de que la juventud francesa tal vez se haya conectado de forma superlativa.
Francia respaldó una prohibición general sobre el uso de teléfonos inteligentes para los conductores (incluso aquellos que se encuentran al costado de un camino) a principios de este año.
Agence France-Presse (AFP) informó que una prohibición más leve, que impedía el uso de teléfonos inteligentes durante las horas de clase, ya estaba en práctica desde 2010. La última prohibición eliminará por completo el uso del teléfono entre clases e incluso durante las comidas, aunque las escuelas tendrán la opción de hacer excepciones ‘pedagógicas’.
Aquellos que se oponen a la prohibición mencionaron los problemas logísticos de almacenar teléfonos, y sugirieron la interferencia de señales como una posible alternativa. Pero los expertos temen que el uso excesivo de teléfonos móviles e Internet puedan estar alimentando la llamada “adicción cibernética”, la interrupción del sueño y el bullying. En diálogo con LCI News, el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, argumentó que los teléfonos celulares podrían ser un “avance tecnológico”, pero que no deberían “monopolizar nuestras vidas”.
Hoy en día, aproximadamente el 90 por ciento de los niños en Francia con edades entre 12 y 17 años tienen acceso a un teléfono inteligente. Blanquer dijo que la prohibición “envía un mensaje a la sociedad francesa”.
Vía: Engadget