Si observamos la oferta, el 3D no se ha aplicado de forma masiva a los celulares por dos razones principales, una consecuente con la otra: no es barato aplicarla, y no hay contenido para consumir. Como sabemos, cuando los costos se resuelvan y la plataforma sea confiable, el contenido aparecerá.
Fujitsu confía en esto y se despacha, no con un nuevo smartphone con tecnología integrada, sino con un pequeño gadget que se agrega a la lente del equipo y funciona de forma autónoma. El accesorio en cuestión es una pequeña caja rectangular y negra, cuyas medidas son de 57 x 14 x 14 milímetros, y que tiene cuatro espejos planos.
Ahora la parte complicada: esos cuatro espejos dirigen la luz hacia un sensor externo de imagen, el que a su vez redirige las imágenes capturadas hacia un servidor remoto mediante un software diseñado por Fujitsu, que corrige la distorsión causada por los espejos y entrega, ahora si, finalmente, la imagen tridimensional.
Claro, en una de esas no es el proceso más sencillo del mundo, pero de igual forma hay que reconocer que estamos en los comienzos de la aplicación del 3D a la tecnología móvil. Y si, tal vez tampoco es la solución más elegante estéticamente hablando, pero la realidad es que esa pequeña caja con espejos cuadrada y negra abarata (según Fujitsu) en un 90% la aplicación de las tres dimensiones en smartphones, al menos en comparación con los métodos utilizados normalmente por los fabricantes.