Google ha anunciado cambios en su política para la protección de los datos personales. Hasta ahora la compañía se había enfocado en la remoción de aquella información que podía ser utilizada para robar la identidad o el dinero de una persona. Ahora ha agregado otros aspectos de importancia que podrían guiar a un extraño al hogar de un usuario o facilitarle el acceso a su cuenta.
Datos
Entre los datos que pueden justificar un pedido de remoción aparecen los siguientes:
Todos los números de identificación emitidos por un gobierno que son considerados confidenciales. Tal como es el caso de los de seguridad social en EEUU, la clave única de identificación tributaria en Argentina, el registro de las personas físicas en Brasil o la tarjeta de identidad de residente en China.
Los números de cuentas bancarias, los números de tarjetas de crédito.
Las imágenes de firmas escritas a manos, las imágenes de documentos de identificación.
Los registros personales privados, oficiales y de acceso restringido, como puede ser el caso de una historia clínica.
Credenciales de acceso confidenciales.
Y quizás lo que puede resultar mucho más común, información personal de contacto. Direcciones físicas, números de teléfono y direcciones de correo electrónico.
A pedido
Google recuerda en el comunicado que el contenido no es removido de forma automática por iniciativa de la empresa. El usuario debe realizar el pedido. La idea es que en algunos casos puede no existir un problema o bien se prefiera hacer la solicitud directamente al sitio web que publica los datos.
De más está decir que Google no tiene la capacidad de eliminar el contenido que mantienen los sitios, solo los quita de los resultados.
Estas nuevas opciones de remoción de datos se unen a otra adición realizada hace poco. Google había agregado la posibilidad para que los menores de 18 años, sus padres o tutores, soliciten la remoción de imágenes en las que aparecen los primeros.