La Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos ha presentado una demanda contra Google y la corporación de medios iHeartMedia. El motivo es una campaña para Pixel 4 realizada durante 2019 y 2020 que es considerada como engañosa.
Google no hizo nada que otras empresas no hayan hecho antes. Se contactó con varios influencers para ofrecerles un pago a cambio de que resaltaran las características del dispositivo. El problema es que para el momento en que los avisos fueron grabados la mayoría de los involucrados no había recibido los teléfonos.
La campaña involucró 10 mercados y los avisos salieron al airea en varias cadenas en unas 29 mil ocasiones.
Una pequeña advertencia
La FTC quiere evitar que las empresas involucradas vuelvan a realizar afirmaciones falsas vinculadas a la propiedad de los teléfonos. Aunque existen algunas penalidades monetarias los montos no son verdaderamente importantes para una empresa del tamaño de Google. Sin embargo, los reguladores esperan que la exposición de esta mala práctica impacte en la imagen de la empresa y la obligue a recapacitar.
Cuando nos encontramos frente a este tipo de contratos es muy difícil creer que, aún cuando los influencers obtengan los teléfonos a tiempo, sus opiniones sean objetivas. Nadie te va a pagar por decir algo malo de sus productos. Es posible pensar que algunas personalidades evitarán realizar afirmaciones falsas y dirán solo aquello que puedan decir a favor. O evitarán exagerar el entusiasmo. Pero tampoco nadie nos garantiza que hayan examinado bien el producto, o que lo hayan utilizado.
Esperar que al menos lo hayan recibido es un mínimo poco exigente.