Google decidió cambiar la política de los sistemas informáticos de la empresa, abandonando el uso de Windows en sus oficinas, debido a su preocupación por la seguridad.
Tras los ataques que sufrió la firma a principios de año, el coloso online no quiere arriesgarse a sufrir más ciberataques por culpa del uso de sistemas operativos Windows.
En enero la compañía ya había prohibido instalar Windows en las PCs de sus oficinas, y ahora el esfuerzo de migrar hacia otros sistemas operativos podría terminar con el uso del producto de Microsoft por más de 10.000 empleados de Google.
Las opciones consisten en adoptar Mac OS X de Apple o sistemas Linux, aunque este movimiento también puede ser parte de la estrategia de Google para favorecer la implantación de su sistema operativo Chrome OS, de inminente lanzamiento.
Como era de esperar, a Microsoft no le gustó nada la iniciativa del coloso online, y por eso en el blog de Windows contraatacó con una serie de argumentos que tratan de defender la seguridad de sus desarrollos y la poca seguridad de los de su rival.
Mientras tanto, la estrategia de Google respecto a los productos de Microsoft sigue siendo inflexible: está dejando de dar soporte gradual en varios de sus servicios a Internet Explorer 6, ya había comenzado a fomentar entre sus empleados la migración de Microsoft Outlook a Google Apps, y ahora en sus oficinas los empleados tendrán prohibido usar cualquier versión de Windows en sus computadoras y portátiles.