El gigante de las búsquedas online no se conforma con ser la marca más valiosa del planeta y quiere reinar a lo largo y ancho del universo tecnológico. Un reflejo de eso es el lanzamiento mundial de Chrome, su propio browser, por ahora en beta, que competirá frente a jugadores que ya saben cómo moverse en el segmento: Internet Explorer, Firefox, Safari y Opera.
¿Es realmente necesario otro navegador de Internet además de todos los que ya existen? Esa pregunta nos podríamos hacer nosotros como usuarios, pero desde ya que no tiene lugar en la mente depredadora de Google: para la compañía siempre hay cosas nuevas por hacer y hablar de límites es inaceptable.
El discurso del gigante online con respecto a su nuevo producto es previsible. Google aseguró que su browser no fue diseñado solamente para navegar sobre texto e imágenes, sino para correr aplicaciones. En este sentido, Chrome correría más rápido y sería más estable y seguro que el resto de los navegadores.
“Identificamos que la Web había evolucionado desde simples páginas de texto a ricas e interactivas aplicaciones, por lo que necesitábamos repensar por completo el concepto de browser”, escribieron en un blog Sundar Pichai, vicepresidente de Product Management y Linus Upson, ingeniero en director para Google. “Lo que realmente necesitamos no era justamente un navegador, sino una moderna plataforma para sitios Web y aplicaciones, y eso es lo que vamos a construir”.
Según el post, cuando ejecutemos el programa nos vamos a encontrar con un browser de interfaz simple y amigable. “Como la clásica página de inicio de Google, Chrome es claro y rápido. Te saca las cosas del camino y te lleva hacia donde quieres ir”. Más allá de su simple interfaz, Chrome fue definido como ideal para correr “mucho mejor las aplicaciones Web complejas”. La promesa de Google fue que lanzaría la aplicación liberando el código fuente. ¿Cumplirá?
“Aumentamos la velocidad y la respuesta de pantallas. También construimos un poderoso motor V8 JavaScript para soportar la próxima generación de aplicaciones Web que no son posibles de ejecutar en la mayoría de los browsers actuales”, continuaron los especialistas en su blog.
Ambos enfatizaron que Chrome aún no está finalizado, y que todavía queda mucho trabajo por hacer, pero comentaron un poco acerca de las ideas que Google tiene al respecto. “Estamos lanzando esta versión beta para Windows para comenzar un intercambio con los usuarios y tomar acciones lo más rápido posible. Estamos trabajando muy duro para tener listas versionas para Mac y Linux, y continuaremos haciéndolo más rápido y robusto”.
En la mente de los usuarios, las recientes actualizaciones de Firefox 3, IE8 y Opera 9.52 quizás no son perfectas, pero son muy buenos navegadores con mucho desarrollo de producto, ingeniería y experiencia de mercado detrás. Con esta agresiva movida, Google genera la esperanza de poder crear un browser que supere al resto. Ahora, siempre expectantes, debemos esperar qué dicen los resultados para ver si es cierto.
Lo inevitable
A través de un post en su blog personal, el CEO de Fundación Mozilla, John Lilly anticipaba la semana pasada lo que hoy muchos ven como inevitable: “No es ninguna sorpresa que Google haya hecho algo ahí: su negocio es la Web, y tienen claras ideas de cómo las cosas deben ser hechas”. Según el ejecutivo, “Chrome será un navegador optimizado para las cosas que ellos vean como importantes”.
Cabe destacar que Google y Mozilla tienen una larga y fructífera relación. Google es el motor de búsqueda predefinido para el navegador Firefox, y la compañía le paga a Mozilla una larga suma por ese privilegio: nada menos que 56 millones de los 66 que la corporación facturó durante 2006. En este sentido, Lilly se remitió a loar a su futuro rival: “Más personas inteligentes pensando en cómo hacer de la Web algo bueno para los quehaceres humanos es absolutamente bueno”.