¿Un cuestionamiento espontáneo e inocente, o una invitación a medirse en un ring judicial? La cosa es que Eric Schmidt (presidente ejecutivo de Google) se mostró sorprendido de que Apple no haya arremetido directamente contra ellos en el marco del culebrón del año: la “guerra de patentes“.
Fue en una entrevista a The Wall Street Journal, titulada con un juego de palabras que básicamente plantea que Schmidt no logra expresar en palabras las movidas actuales de Apple.
Se trata de una nota extensa, donde se refleja, entre otras cosas, que el ejecutivo de Google estuvo hace una semana en Washington, reunido con legisladores de la cámara de comercio, con la intención solicitar una medida antimonopolio contra Apple.
El punto es que Apple arremete con fuerza contra los socios de Google por el uso de patentes propias en sus equipos con Android (le ganó a Samsung el juicio en los Estados Unidos y llegó a un muy beneficioso acuerdo extrajudicial con HTC), y sin embargo no se mete (o no se atreve) con el promotor de este sistema operativo. Es como si una firma de gaseosas demandara a los almaceneros por vender una copia de su producto, y no a la fábrica que la comercializa.
Para colmo los de la manzana no se quedan ahí, y ya están planteando las estrategias para demandar a los desarrolladores de equipos con Jelly Bean.
Cuando se le preguntó a Schmidt por la relación entre ambas empresas (Google y Apple) la definió como intermitente, pero también sin encontrar demasiada lógica: “Tiraron a los mapas y a YouTube fuera de la pantalla de inicio de iOS. No estoy seguro de por qué lo hicieron“.
En cuanto a las implicancias a futuro de la guerra de patentes, considera que la historia continuará un tiempo más pero que ambas empresas no sólo mantienen un diálogo al respecto sino que además están muy conscientes de las herramientas legales que tienen para defenderse, por lo que en definitiva ninguna saldrá demasiado afectada por esto. Sí se lamentó por los más perjudicados en esta historia que son los pequeños emprendedores, poniendo como ejemplo a Andy Rubin (co-fundador de Android) que ahora está intentando retomar Danger, una empresa desarrolladora de smartphones que también co-fundó luego de Android.
Al respecto Shmidt hace el planteo de cómo pretenden que estos fabricantes que están emergiendo hagan frente al peso económico que implica responder ante toda esa carga de exigencias por el uso de patentes, en el intento de sacar a la calle su primer producto.
Para terminar, Eric desmintió categóricamente los rumores que hablaban de un posible alejamiento de Google para sumarse al gobierno de los Estados Unidos. Fue contundente: “Google es mi hogar y no tengo ningún interés en trabajar para el gobierno federal“.