Google y Yahoo! enfrentan en la Argentina unas 130 causas iniciadas por algunos funcionarios y distintas personalidades del mundo del deporte y el espectáculo, y un mismo abogado es el representante de casi el 100% de los demandantes.
Hasta septiembre del año pasado, las demandas de los famosos argentinos –entre ellos Diego Maradona- sumarían un total de 10 millones de dólares y las quejas son presentadas por ejemplo por ciertas modelos que aparecieron en sitios con contenido sexual o considerado ofensivo.
Según el portal de noticias Infobae.com, frente a este tipo de medidas, Yahoo! acata la decisión, y si se realiza alguna búsqueda sobre Maradona en la versión argentina, sólo aparecen noticias aclarando que “con motivo de una orden judicial solicitada por partes privadas, nos hemos visto obligados a suprimir temporalmente todos o algunos de los resultados relacionados con esta búsqueda”.
Otro ejemplo más reciente es el de la jueza María Romilda Servini de Cubría, quien había presentado una medida cautelar para que su nombre no figurara en los resultados de Google, y que fue dejada sin efecto esta semana.
De acuerdo a Juan Pablo Bonfico, abogado representante del megabuscador, “pedimos que identificaran qué resultados debían sacarse y al mismo tiempo apelamos. Entendemos que el responsable de lo que se dice es el creador del contenido, quien al mismo tiempo es el que debe defender su derecho a publicar la información”.
Es decir que la decisión tomada por la sala 2 de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial Federal, consideró que Google es un simple intermediario entre la información que publican los sitios web y los usuarios, lo cual sienta un importante precedente en este tipo de casos.
Por otro lado, Martín Leguizamón, el hombre detrás de la mayoría de las demandas señaló que las medidas iban contra Yahoo! y Google y no contra los sitios web “porque no sirve de nada tomar medidas contra las páginas, dado que sin los buscadores a esas páginas no llega nadie, no las conoce nadie“.
Asimismo, con respecto a las disposiciones dictadas contra los buscadores en el caso de la jueza Servini de Cubría, el jurista había declarado que no afectaban la libertad de expresión ya que “si alguien quiere entrar a los sitios directamente lo hace igual. Y si quieren leer cosas en serio que compren los diarios”.