Hay marcas o servicios que logran imponerse de tal manera que su nombre se transforma en un término para definir al rubro en su totalidad cuando en realidad hace referencia a sólo una de las propuestas. Podemos citar cientos de ejemplos relacionados a hojas de afeitar, cintas adhesivas o pegamentos que tienen a marcas que pasan a representar con su nombre a cualquier producto similar.
El GPS es un caso puntual. Este término, derivado de Sistema de Posicionamiento Global, en realidad no hace referencia a todos los equipos o aplicaciones que permitan determinar nuestra posición en el globo, ni siquiera a la tecnología que hace esto posible. Es “apenas” la red de satélites creada por los Estados Unidos para tal fin. Está bien, es la que ofrece la mejor cobertura (para junio de 2011 contaba con 31 satélites, se agregará otro en septiembre de 2012 y hay por lo menos 11 más en espera), y es la que cuenta con la mayor cantidad de dispositivos que dependen de ésta. Pero no es la única.
China viene trabajando desde el año 2000 en su propio sistema de posicionamiento conocido con el nombre de Beidou (también como “Osa Polar” o “Compás”). El sistema arrancó de manera bastante experimental, con 4 satélites en línea, de los cuales 3 estaban operativos (1 presentó fallas y se sacó de órbita).
Pero hace unos días el gobierno anunció oficialmente que la segunda generación de este proyecto está en marcha, brindando información básica de posicionamiento para este país y sus limítrofes. Los planes entonces son el agregado de seis satélites durante 2012, cubriendo así buena parte del territorio asiático, y para 2020 llegar a los 35 satélites que le darán alcance global.
El sistema chino tiene principalmente dos objetivos: militar y comercial. Para el primero dicen que será capaz de ofrecer una precisión de avanzada, mientras que para el uso civil tendrá un margen de error de 10 metros (oficialmente el GPS tiene un margen de 15 metros). También se prevé la desactivación inmediata de toda la red ante un ataque.
Pero la “pata comercial” de este proyecto no es para nada despreciable. Se estima que el servicio chino podría crear un nuevo mercado capaz de generar 63 mil millones de dólares, considerando además que su compatibilidad sería bastante amplia, permitiendo la fabricación de navegadores multi-sistema que permitan, por ejemplo, hacer uso tanto de la red estadounidense como la china.
Pero, como si fuera poco, otros sistemas están en carrera. India planea poner en marcha su sistema IRNSS para 2014, mientras que la Federación Rusa tiene a GLONASS y la Unión Europea a GALILEO. De todas formas, considerando la crisis económica que afecta a estos sectores, todo hace suponer que el ritmo de crecimiento correrá a favor del sistema chino.