El de la música es un negocio cambiante, una característica que vuelve a corroborar un nuevo reporte de RIAA, la asociación que representa a la mayor parte de las compañías disqueras en Estados Unidos. Según recoge The Verge, a lo largo de 2017 los vinilos y los CDs generaron más ingresos que las descargas de música digital. Y no hay que olvidar lo que señala Engadget en su repaso: que desde el 2012 a esta parte las descargas venían superando a los formatos físicos.
Los datos concretos: vinilos y CDs generaron en conjunto un 17 por ciento de las ganancias, mientras que las descargas de música digital representaron un 15 por ciento. En este punto aparece una cifra de gran relevancia: en 2017 los ingresos provenientes de descargas de música cayeron un 25 por ciento. ¿Cómo se explica esta merma?
La respuesta la anticipamos, en parte, en el título de este repaso: las descargas de música caen considerablemente en tiempos del streaming musical, un terreno que domina Spotify y que, sabemos, presenta otras alternativas como Apple Music. Dicho de otro modo, los usuarios ya no descargan, sino que se suscriben a servicios para acceder al contenido musical. En rigor, el streaming se lleva para sí un 65 por ciento de los ingresos, con un aumento del 35 por ciento en relación al año anterior.
Más allá de la rivalidad entre los formatos físicos y digitales, hay más estadísticas interesantes cuando se observa el desempeño de los CDs y los vinilos: la venta de los primeros disminuyó un 6 por ciento, mientras que los vinilos vendieron un 10 por ciento más en relación a 2016. En este contexto, vale traer al recuerdo noticias como el hecho de que Sony anunció que este año retoma la producción de vinilos.
Imagen: Do the reggae