El enfrentamiento entre la plataforma de streaming musical Grooveshark y las discográficas ha tenido su capítulo determinante hace unas pocas jornadas, con el forzado cierre de aquel servicio. Así lo informó The New York Times.
Hoy, la URL conduce, no a la extensa librería de canciones, sino a una carta que explica algunos de los motivos que obligaron a los responsables de Grooveshark a bajar las persianas. “Fallamos asegurando los derechos de propiedad intelectual de una vasta cantidad de música”, dicen.
A modo de paréntesis, recordemos que en octubre de 2014 la justicia estadounidense determinó que los empleados de Grooveshark fueron responsables de violar leyes de copyright y que, en tanto, el material disponible en la plataforma no ha sido compartido únicamente por los usuarios, hecho que amparaba la eventual continuidad del servicio.
Ahora, a pocos días de su cierre Grooveshark vuelve al ruedo aunque no lo ha hecho por el canal tradicional. Tal como cuenta The Verge, un usuario anónimo, apodado “Shark”, alojó el contenido de la plataforma en un nuevo dominio, www.grooveshark.io. El clon no exhibe publicidades y corre con la misma tecnología: permite stremear, descargar el contenido y realizar búsquedas en la librería de música, todo en forma gratuita, por supuesto. No obstante, no permite que los usuarios compartan su contenido.
“Empecé a crear backups de todo el contenido de la web cuando comencé a sospechar que Grooveshark cerraría. Mi sospecha se confirmó unos días después, cuando ya tenía descargado cerca del 90 por ciento de sus contenidos, y ahora estoy trabajando para conseguir el 10 por ciento restante”, dijo el vengador anónimo en comunicación con The Verge.