Un grupo conformado por servicios de inteligencia y seguridad de varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón, Alemania y Francia, ha conseguido darle un importante golpe a la organización de ransomware más grande del mundo. Se trata de Lockbit, que se sospecha tiene su base de operaciones en Rusia.
Según algunas estimaciones, Lockbit era responsable de hasta el 25% de los ataques ransomware que se producían al año. Algunos de sus golpes más importantes son los que se produjeron contra las compañías Boeing, TSMC y Subway.
El gran golpe
La NCA británica fue la encargada de coordinar el trabajo. La operación ha llevado un buen tiempo pero ha dado buenos frutos. Los agentes de la NCA lograron infiltrarse en los sistemas de Lockbit y robar sus datos.
“Gracias a la colaboración cercana hemos logrado hackear a los hackers, hemos tomado control de su infraestructura, capturado su código fuente y obtenido las claves que ayudarán a sus víctimas a desencriptar sus sistemas”, apuntó la agencia.
El sitio web de la organización ahora exhibe un mensaje firmado por las todas las agencias involucradas. Otros 22 sitios vinculados han sido eliminados.
También se han emitido órdenes de arresto contra varias personas sospechadas de ser parte de la banda criminal.
Lockbit ha admitido la derrota, atribuyéndola sin embargo al accionar del FBI.
El daño
Como suele ocurrir en estos casos es difícil determinar el daño producido a largo plazo. Las organizaciones de criminales informáticos a menudo desaparecen y vuelven luego de un tiempo. En otras ocasiones se desbandan y sus miembros forman nuevos grupos.
La agencia británica ha remarcado que más allá de los sitios web capturados y el código obtenido, la credibilidad del grupo criminal ha sido dañada. Su capacidad para actuar en secreto y de forma anónima ha quedado en duda.
