En el marco de la segunda jornada del Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona, España, la taiwanesa HTC presentó su nueva gama de smartphones, encabezada por el equipo Desire, que incluye el sistema operativo Android 2.1 pero con su propia interfaz.
Se trata de una especie de Nexus One sin la marca de Google, que al igual que su hermano gemelo opera con Android, y que cuenta además con una pantalla AMOLED WVGA de 3.7 pulgadas, procesador Snapdragon de 1 Ghz y Adobe Flash 10.1.
A diferencia de Nexus One, Desire utiliza la interfaz HTC Sense, cuya renovada versión mejora sus aplicaciones, incluyendo el navegador web y el correo electrónico, e incorpora un lector de noticias, así como un panel general de siete pantallas para un acceso rápido y fácil a las mismas.
Asimismo, la nueva experiencia HTC Sense sigue centrándose en mejorar la interacción del usuario con sus contactos y estrena el widget “Friend Stream”, que integra todas las comunicaciones sociales, incluyendo Facebook, Twitter y Flickr, en una secuencia organizada de actualizaciones, para simplificar al máximo el acceso al estado de lo que están haciendo nuestros amigos, y la visualización de las imágenes y enlaces que comparten.
Por otro lado, HTC Desire será más barato y tendrá una distribución más amplia que Nexus One, y según Peter Chou, consejero delegado de la empresa, el modelo no va a empeorar la relación de la firma con Google.
“Los canales de venta son muy diferentes”, aseguró Chou, añadiendo que el Nexus One es más bien una “demostración de tecnología”.