En varias ocasiones hemos señalado que la blockchain, la tecnología comunmente asociada a las criptomonedas, tiene otros tantos posibles e interesantes usos. Uno de ellos es el comercio internacional.
En particular, se ha apuntado que esta tecnología puede ser empleada para realizar un seguimiento de los envios de suministros y productos. Una opción que puede ser muy conveniente para empresas que dependen de varios proveedores y tienen que lidiar con complejos movimientos y las tareas administrativas de cada puerto, aeropuerto y aduana.
Sin colaboración suficiente
Maersk, la compañía dinamarquesa de transporte e IBM habían estado trabajando desde 2018 con un sistema conocido como TradeLens. El esquema, basado en el uso de blockchain, tenía entre sus principios el ser abierto y neutral, es decir no depender de ninguna plataforma en particular.
El proyecto ha sido cancelado. A fin de este trimestre TradeLens dejará de operar.
Al parecer Maersk e IBM no lograron convencer a suficientes empresas y gobiernos para que se unan a la iniciativa. Sin esta colaboración global la red nunca llegó a crecer lo suficiente como para convertirse en una opción comercial sostenible.
Un buen intento fallido
El fracaso de TradeLens no implica necesariamene el fin de la blockchain en el comercio internacional. Aunque Maersk ha señalado que seguirá buscando nuevas y diferentes soluciones para la digitalización del comercio.