Ni bien comience 2013 el servicio de filtros fotográficos Instagram cambiará sus términos de servicio y políticas de privacidad. Estos cambios incluyen modificaciones acerca del uso del contenido subido por los usuarios por parte de la empresa.
La firma, que desde hace algunos meses pertenece a Facebook, informó los cambios venideros en un comunicado en el blog de la empresa, argumentando que su comunidad “ha crecido mucho desde que se escribieron los términos de servicios originales”, y que estos cambios son para mejorar la experiencia de las “millones de personas que usan Instagram”. En las primeras lineas del posteo, Instagram se apura en aclarar que “nada ha cambiado acerca de la propiedad de tus fotos o sobre quién puede verlas”.
Pero si avanzamos en los detalles, vemos que no es tan así.
En una vista rápida a los nuevos términos de uso, podemos observar que, si bien Instagram “no reclama la propiedad de ningún contenido que hayas posteado mediante el servicio”, ahora, en cambio, “todo el servicio o parte de él puede ser soportado por ingresos publicitarios“. Las nuevas disposiciones continúan diciendo que “para ayudarnos a entregar contenido interesante pagado o auspiciado, tú accedes a que un negocio u otra entidad pueda pagarnos para desplegar tu nombre de usuario, perfil, fotos (junto a los metadatos asociados), y/o acciones que tomes (…)”.
Por su parte, en el apartado de las renovadas políticas de privacidad, encontraremos que desde enero Instagram podrá utilizar nuestra información para “proveer contenido exclusivo a ti y a otros, las cuales pueden incluir avisos online u otras formas de marketing“. Además, y en el mismo sentido, Instagram prevé el uso de “identificadores de equipos” (archivos asociados a smartphones o tablets, o a sus sistemas operativos), los cuales pueden entregar información acerca de las búsquedas específicas de cada usuario para generar avisos personalizados.
Según parece, a partir del 16 de enero Instagram podrá valerse de las fotografías que tomen los usuarios para hacer dinero. Cada usuario podría sin quererlo y sin recibir beneficios por ello, protagonizar un aviso en Instagram o en Facebook. De hecho, ni siquiera debe ser usuario: basta con que un amigo que tenga Instagram te saque una foto y, de repente, podrías ser las estrella de una publicidad. Y, por si quedaban dudas, la firma aclara: “sin ninguna compensación para ti“. Además, mediante la entrega de metadatos, la empresa incluso podrá revelar el lugar en el que cada usuario se encuentra al momento de hacer la captura.
Al ser un servicio gratuito, parece que la única forma que halló Instagram para generar ganancias es mediante la publicidad, y lo único que tiene para vender son sus propios usuarios activos, en conjunto con la información de cada uno de ellos.
Lamentablemente, y a menos que Instagram lance dos versiones de su servicio (por caso, una paga y otra gratuita que venda la información de sus clientes), la única salida que tendrán los consumidores es cerrar sus cuentas, como lo manifestaron varios de los usuarios en las respuestas al posteo del blog.
Por otro lado, probablemente esto sea una buena oportunidad para Twitter: con sus nuevos filtros recientemente lanzados, la red social podría tentar a los usuarios de Instagram para que se muden de servicio.
Vía: Wayerless, NYTimes, Instagram Blog