Instagram ha removido todos los filtros de realidad aumentada que tienen como objetivo simular los resultados de una cirugía estética o directamente promover este tipo de procedimientos. La razón para esta medida es la preocupación de que este tipo de contenido pueda impactar negativamente en la salud mental de los usuarios.
Los efectos eliminados hacen que los rostros de los usuarios aparezcan modificados como si se hubieran sometido a diversas operaciones de cirugía estética.
El problema
Fuera de contexto la medida parece exagerada, sin embargo varios estudios han apuntado al poderoso impacto que las redes sociales tienen sobre la imagen y la autoestima de los usuarios.
El problema no son los usuarios ocasionales, que juegan con los filtros, sino aquellos que se ven en la necesidad de emplearlos y no publican imágenes sin ellos.
Instagram ha señalado a través de un vocero que el objetivo de la plataforma es que los filtros ofrezcan una experiencia positiva. “Mientras re evaluamos nuestras políticas, vamos a remover todos los efectos de la galería que estén asociados a cirugías plásticas, y detendremos cualquier aprobación en nuevos efectos similares”, señaló la empresa.
Uso y abuso
Uno de los filtros eliminados, FixMe, le permitía a una persona cubrir un rostro con las marcas que haría un cirujano para explicar una operación. Su creador, Daniel Mooney, explicó que el objetivo era realizar una crítica de las cirugías plásticas mostrando el aspecto menos glamoroso del procedimiento.
Mooney se mostró comprensivo con la medidas y las intenciones de Instagram, pero apuntó: “Mientras una buena parte de las cuentas más seguidas de Instragram pertenezcan a personas que se han ‘mejorado’ quirúrgicamente, remover los filtros de cirugía no va a resultar en un gran cambio”.
En general la remoción de los filtros fue bien recibida por los usuarios. El proceso podría llevar un buen tiempo dado.