El gigante de los procesadores aseguró a distintos medios que estuvo involucrado directamente en la creación del nuevo sistema operativo que el coloso online acaba de anunciar.
Y la verdad que esta estrategia no debería asustar ni sorprender a nadie. Está claro, Intel es una empresa que no está casada con ninguna otra: su objetivo es vender procesadores y meter su tecnología en la mayor cantidad de máquinas posibles.
Si está con Microsoft o con Google no es tanto el problema, pues a estas empresas les sirve un aliado poderoso como Intel para desarrollar sus productos, sobretodo pensando en que esos productos van a correr con procesadores Intel y que en realidad, lo que van a configurar es casi un sistema.
Pero vayamos a los hechos, un vocero de Intel dijo esta mañana al medio TG Daily: “Trabajamos este proyecto en privado un tiempo y también hemos trabajado en otra gran variedad de iniciativas, incluida esta. Le damos la bienvenida a Google en este nuevo movimiento”.
El comunicado parecería haber sido escrito para crearle pánico a Microsoft: como todos saben, Intel y Microsoft siempre fueron amigos, pero ahora se especula que con esta alianza implícita y traicionera podrían convertirse en enemigos, algo que desde mi punto de vista, parece ridículo.
Un antecedente del rey de los procesadores con sistemas operativos es Moblin, que está basado en el kernel de Linux. Las especulaciones indican que Google se movió dentro de este desarrollo por medio de Intel y tuvo la mesa servida para su Chrome OS, pero insito, las teorías conspirativas no son muy fiables en esta industria.
Lo cierto es que Intel puso las cartas sobre la mesa, repartió y eligió la jugada: claro, está esperando la reacción de Microsoft, que por ahora, no quiere hacer comentarios sobre el tema.
Para cerrar un poco, en estos casos, donde hay “peleas” entre monstruos, lo único que esperamos es que se maten haciendo productos geniales y que toda esa bravura sea empleada para el beneficio de los usuarios. ¿Qué mejor que eso?