Intel presentó esta semana su octava generación de procesadores Core i9, diseñados para computadoras portátiles. Esta familia de chips, que hasta ahora estaba destinada a equipos de escritorio, llegará a las notebooks en 2018, brindando una mayor performance y poder de cómputo gracias a su configuración Hexa-core.
En concreto, el flamante Intel Core i9 8950HK es un CPU de seis núcleos (el primero de este tipo en laptops), con una frecuencia de 2.9GHz, aunque puede ser llevado hasta los 4.8GHz gracias a su configuración de overclocking. La unidad posee además 12MB de memoria caché y es compatible con el RAM DDR4-2666.
El fabricante estadounidense aseguró que este producto tiene un 29% más de rendimiento respecto a la generación anterior de procesadores, cuyo tope se encontraba en la familia i7. También agregó que incluye la tecnología Optane de la marca, que mejora el desempeño de la memoria y el almacenamiento interno gracias a la inclusión de módulos extra de memoria caché. Al respecto, Intel subrayó que los chips que soporte Optane estarán denominado con un “+” después de su nombre. En este sentido, es probable que, además del i9+, lleguen al mercado los i7+ e i5+.
La empresa presentó también sus nuevas versiones de los ya icónicos Core i7 e i5, equipados con seis núcleos y 9MB de cache y cuatro núcleos y 8MB de caché, respectivamente, para sus versiones de mayor potencia. Se espera que las primeras laptops equipadas con estos componentes lleguen al mercado a lo largo del segundo trimestre de 2018.
