Ante panorama que presenta actualmente la tecnología de consumo masivo, con un verdadero aluvión de equipos informáticos ultraportátiles, el almacenamiento de datos no es un tema menor, obligando a las empresas a buscar soluciones persigan tres objetivos claves: capacidad de almacenamiento, robustez y un consumo de energía mínimo (lo que podríamos aparejar a una menor disipación de calor).
En este sentido, la mejor solución hasta el momento siguen siendo las memorias Flash NAND, con las que es posible alojar varios GB de archivos en diminutas pastillas, lo que hasta hace apenas un par de años era exclusividad de los discos duros mecánicos, que hoy están camino a desaparecer para ser reemplazados por los SSD (Discos en Estado Sólido, derivados de estas memorias).
Al respecto, la sociedad formada entre Intel y Micron Technology Inc. para el desarrollo de este tipo de memorias acaba de anunciar un nuevo avance en la tecnología de proceso de 20 nanómetros (nm) para la fabricación de este tipo de memorias. Gracias a éste han obtenido un dispositivo de 8 GB en apenas 118 mm2, con lo que aseguran haber alcanzado el proceso más pequeño y avanzado de la industria.
Este nuevo desarrollo permitirá alojar información en los ultraportátiles con una reducción de un 30 a un 40 por ciento del espacio necesario en la placa principal, logrando así equipos más pequeños o que brinden mayores prestaciones, como pantallas más grandes y baterías más potentes; o incluso aprovechar ese espacio para incorporar chips adicionales que permitan otras funcionalidades.
Pero este proceso no sólo permite una reducción de espacio, sino que además posibilita un incremento en la capacidad de las memorias de hasta un 50 por ciento. En conjunto con IM Flash Technologies (IMFT), se espera que la producción en masa de las memorias basadas en esta nueva tecnología empiece durante la segunda mitad de 2011, con el lanzamiento de una memoria de 16 GB como segundo paso, hasta llegar a los 128 GB por cada pastilla.
Ante este panorama, para el 2012 seremos testigos de un nuevo aluvión de smartphones y tablets con capacidades de almacenamiento interno más cercanas las de computadoras convencionales, brindándonos literalmente la posibilidad de cargar con casi toda nuestra vida digital en el bolsillo, lo que se sumará a un aparejado incremento de espacio en tarjetas de memoria y pendrives.
Como mencionamos anteriormente, sin duda que los principales candidatos a desaparecer son los discos duros basados en sistemas mecánicos. Pero surge otro cuestionamiento: ¿qué pasará con las unidades ópticas como el Blu-ray? ¿Llegará el punto en que será más barato y práctico distribuir contenidos en tarjetas con memorias Flash NAND , que en un disco óptico? Como referencia, les cuento que actualmente es común que en las conferencias de prensa regalen unidades de 4 GB con el aspecto de una tarjeta personal, con el sólo fin de distribuir gacetillas que difícilmente ocupen más de 100 MB. Esto habla a las claras del bajo costo de producción de estas unidades.