Este es nuestro segundo resumen sobre el estado de Internet, anteriormente les contamos sobre la cantidad de sitios inactivos. En esta ocasión nos ocupamos de los centros de datos y el consumo de energía
Las máquinas a vapor se habían extendido por todo el mundo y cambiado la economía y traído una nueva era de desarrollo mucho antes de que se supiera la totalidad de su impacto en el medio ambiente.
El desarrollo de la ciencia nos ha permitido tener una mejor visión sobre las consecuencias de nuestras acciones, pero en ocasiones no solo basta con tener las herramientas, sino que hay que prestar atención a los aspectos que por lo general descuidamos.
Un gigantesco desperdicio
Actualmente los centros de datos consumen un 2% del total de electricidad producida a nivel mundial, y según algunas estimaciones este nivel podría crecer al 8% para 2030.
Lo peor es que, de acuerdo a un estudio realizado por Hewlett Packard, del total de información creada y almacenada, solo el 6% está en uso.
Es decir, que algo así como el 1,88% de la energía que produce el planeta se gasta de una forma totalmente improductiva.
Andrew Choi, investigador de Parnassus Investments señala que se gasta el equivalente a toda la industria de aviación en datos que no se están utilizando.
Si los centros de datos fueran analógicos y reflejaran su uso se verían más como un caso global de acumulación compulsiva.
Un gran problema
Las emisiones producidas de forma indirecta por los centros de datos han ido en aumento. Como la actividad en sí no produce contaminación este impacto ha pasado inadvertido para muchos.
Una de las respuesta al problema ha sido incrementar el uso de energía renovable, actualmente se emplea más del triple que en 2017, unos 6.000 megawatts. Sin embargo, en 2018 los datos acumulados fueron calculados en 33 zettabytes, pero para 2025 se espera que esta cantidad alcance los 175 Zettabytes.
Ignorancia
Aún cuando los usuarios eliminan sus correos de la carpeta de reciclado, en una gran cantidad de casos los datos no son realmente destruidos, sino que quedan en los servidores ocupando espacio.
Las tecnológicas del sector han avanzado sin tener idea del impacto que producían, y todavía no se han enfocado en el verdadero problema: Tenemos grandes almacenes de datos que no necesitamos pero por alguna razón seguimos conservando.
