Un grupo de inversores ha decidido demandar a CrowdStrike señalando que la compañía los engañó al ocultar las fallas en el modo en que comprueba el estado de su software.
Como el lector recordará, el programa de defensa que desarrolló CrowdStrike fue el responsable directo del mayor apagón tecnológico de la historia. Ocurrió hace unas semanas cuando una actualización introdujo un error de lógica que impidió el normal inicio de las computadoras que lo tenían instalado.
Según cálculos de Microsoft más de 8 millones de dispositivos fueron afectados. Aunque en el total de computadoras que utilizan Windows esto fuera un porcentaje menor, las unidades afectadas dejaron a empresas, organizaciones, hospitales y aeropuertos en la era analógica.
Daño y engaño
La demanda apunta que las acciones de la empresa cayeron un 32% durante los siguientes 12 días. Es importante notar que es necesario establecer un perjuicio económico para darle cuerpo a la demanda.
Los demandantes explican que la compañía tecnológica había presentado su tecnología de una forma falsa y engañosa. Citan declaraciones del CEO de la empresa, George Kurtz, que en marzo de este año había señalado que el software estaba validado, probado y certificado.
El peso de la demanda
CrowdStrike se ha defendido señalando que la demanda carece de mérito. Y es posible que tenga razón, al menos en parte. No es porque la empresa no sea responsable de lo ocurrido, que lo es. Pero la naturaleza misma del desarrollo del software implica actualizaciones, por lo que es posible que al momento de realizar dicha afirmación, y algunos de los inversores entrar a la empresa, lo dicho haya sido cierto.
Si los malos manejos fueron posteriores los inversores no tendrán de que quejarse, salvo que hubiera algún tipo de compromiso para mantener algún estándar. Las que si tienen mucho de donde iniciar demandas son las empresas y organizaciones clientes.
