MAR, 3 / DIC / 2024

Japón combate la piratería del manga y el animé con IA

El objetivo de las autoridades es detectar los sitios web que distribuyen el contenido de forma ilegal. La industria genera tantos ingresos como los microchips.

La siguiente gran batalla en Internet se dará en el ámbito del Manga, la historieta japonesa que se ha convertido en un fenómeno cultural global. De un lado tendremos a los piratas que distribuyen de forma ilegal el contenido propiedad de las editoriales, del otro sistemas de inteligencia artificial dedicados a detectar los sitios web en infracción.

La agencia cultural de Tokio ha propuesto utilizar IA para detectar por imagen o texto el material tomado sin licencia. El programa piloto supondrá una modesta inversión de USD 2 millones. Según las autoridades una cantidad similar de capital es invertido por quienes poseen los derechos de copia para detectar de forma manual el contenido pirata. La idea es ver cuanto más eficiente y eficaz puede ser un sistema automatizado.

Manga, anime y mucho dinero

Japón tiene como objetivo llevar el valor de sus exportaciones culturales a unos USD 130 mil millones para 2033. Actualmente el manga y animé suponen más de USD 30 mil millones (ver nota). Siendo el segundo el más importante de ambos productos. El binomio le da a Japón casi tantos ingresos como la industria de microchips.

Nota: Hemos visto algunas cifras menores para la combinación anime y manga, pero en todos los casos cantidades superiores a los USD 20 mil millones.

Dificultades

El problema que debe enfrentar Japón es que la gran mayoría de los sitios que distribuyen el material de forma ilegal están ubicados en el exterior. El 70% está en otro lenguaje.

Un punto clave es que una gran parte de la distribución se realiza sobre material original que es escaneado, cuidadosamente depurado y traducido. Por Internet hay muchos grupos de entusiastas que se dedican a este fin. En muchos casos esta actividad suple la falta de distribución oficial y no tiene un fin comercial, por lo que es probable que no haya un beneficio real a obtener al combatirlos.

Como ya hemos visto con la música, las series y las películas, el verdadero cambio ocurre cuando van apareciendo plataformas de acceso económico.

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