La industria de los videojuegos se sigue superando año tras año. A nivel mundial, se espera que se alcance la cifra de 3.320 millones de jugadores registrados antes de finalizar el curso, lo que sería todo un récord para el sector. Parte de estos números se deben a fenómenos como el auge de las experiencias a través de los dispositivos móviles y a la gran apuesta en inversión y desarrollo que están llevando a cabo compañías en países líderes en este ámbito como el trío formado por China, Estados Unidos y Japón.
En España, las cifras también despiertan optimismo. Por un lado, se ha superado la barrera de los 20 millones de usuarios y la tendencia es ascendente con el paso de los meses, ampliando su incidencia en franjas de edad que estaban menos habituadas a estas prácticas. Por otro lado, en lo que se refiere a la facturación, se prevé cerrar 2024, habiendo mejorado los 2.339 millones de euros de 2023. Todo ello, en su conjunto, sitúa al país en tercer lugar dentro de la Unión Europea en este campo, justo detrás de Alemania y Francia.
Entre los distintos tipos de juegos, además de los tradicionales de consola, están los de navegador. Estos, a menudo menos conocidos que los demás, son típicos del mundo de internet y, entre otros, incluyen géneros de rol, juegos flash o los típicos juegos de salón contenidos en la oferta de un casino online español. Pero ¿Cuáles son las diferencias reales entre un videojuego que funciona en consolas y un juego de navegador? En las siguientes líneas, lo repasamos en detalle.
Dispositivos con diferentes juegos
Una de las principales diferencias entre estos juegos está en los dispositivos que se utilizan para que funcionen. Los títulos pensados para videoconsolas concretas, como podrían ser Nintendo Switch o la PlayStation 5, han sido diseñados para que sean jugados solo en estos aparatos, no siendo compatibles en otros entornos. En cambio, los de navegador suelen tener la característica de que se adaptan a diferentes dispositivos inteligentes sin tener en cuenta demasiados requisitos, como se muestra indistintamente en las computadoras, tabletas o móviles.
Juegos de navegador sin descarga
La obligación de descarga es uno de los puntos divergentes más comunes entre los juegos de consola y navegador. Los títulos que se encuentran en páginas web para ser jugados al momento no requieren instalación ni se tienen que descargar archivos, pues se ejecutan de forma directa y sin ocupar almacenaje alguno. Mientras que en los de consola, aunque hoy en día se están popularizando los juegos en la nube, para su gran mayoría, sigue siendo lo más común tener que bajarse e instalar un contenido, ya sea comprando un disco o a través de internet.
Diferencias en los motores de juego
Respecto de los motores de juego, hay grandes diferencias entre ambas tipologías. Los de consola hacen uso de la última tecnología para aprovechar las funcionalidades más avanzadas que permiten las diferentes videoconsolas, algo que se ve con creces mediante las animaciones o los sonidos. En cuanto a los juegos de navegador, son más ligeros, sencillos y eficientes; pensados para que puedan rendir en cualquier entorno web y sin demasiadas interrupciones ni dificultades en el proceso de carga.
Diferencias en la calidad gráfica
La calidad gráfica, algo que está estrechamente vinculado con los motores de juego, es otro de los puntos diferenciales. Es sabido que los videojuegos de consolas suelen ofrecer unos gráficos de alta calidad, con resoluciones elevadas y dotadas de mucho realismo. En cuanto a aquellos a los que se accede mediante una URL, lo más habitual es que sean algo más sencillos, pues todo el peso lo tiene que soportar la página web, con todas las limitaciones que esto comporta y sin perder de vista su función multidispositivo.