Los más chicos aprenden a utilizar la tecnología de manera totalmente natural, de forma tal que sus padres se sorprenden de cómo a temprana edad manejan una tablet fluidamente. Pero también existe el miedo de que accedan a contenidos que no son propios para ellos.
KidBox es una aplicación que permite crear un ambiente seguro dentro de la computadora (Windows y MacOS) o tablet/celular ( iOS y BlackBerry). Fue creada por los empredendores rioplatenses Alan Kind (uruguayo) y Martín Larre (argentino radicado en Uruguay), y ya cosecha éxitos en todo el mundo: fue elegida como una de las 10 mejores apps en el último Mobile World Congress y también recibió un reconocimiento de la Universidad de Harvard.
RedUSERS entrevistó a Martín Larre (foto) para que nos cuente las novedades de la nueva versión de la app, los detalles del proyecto y cuáles serán los próximos desafíos.
¿Cómo se les ocurrió realizar esta app?
Identificamos dos problemas. Uno fue la seguridad desde muchos aspectos: darle al niño un entorno apropiado y otro que el niño no acceda el browser, reciba llamadas o vea mails. El segundo fue que los padres no tienen por qué ser especialistas en contenidos digitales para niños. Vimos que los filtros y los controles parentales no los usaba nadie, más allá de algún padre techie.
La solución a la que llegamos fue realizar una aplicación a la cual le bloqueamos el botón Home para que el niño no pueda salir, porque requiere de una clave. De esta manera ofrecemos un ambiente seguro para los chicos, donde pueden acceder a ciertas apps, videos, etcétera. El contenido es completamente seguro, así que los padres no deberán preocuparse. Nosotros le ofrecemos una Internet segura y personalizada para cada niño. Sólo pedimos la fecha de nacimiento y el país. Y ofrecemos tres contenidos: sitios, videos y juegos.
Los videos son de Youtube, ¿cómo manejaron el tema de las publicidades contextuales?
El problema de YouTube, por ejemplo, son los videos relacionados, que no tienen nada que ver con el video que se reproduce. Nosotros ofrecemos un reproductor con videos de YouTube, que no tiene publicidades contextuales por un convenio. La publicidad no es para niños y ellos también lo entendieron así. También ofrecemos videos de Nickelodeon, Disney y otras productoras más chicas. Son videos oficiales, pero previsualizados y organizados por nosotros.
¿Qué otras funcionalidades ofrecen?
En el primer seteo de KidBox analizamos todas las apps instaladas en el equipo que sean para chicos y le preguntamos al padre si quiere incluirlas en el ambiente seguro. Hay también un browser para que el niño busque en Internet. Ofrecemos juegos online, los clásicos juegos casuales. Funciona en todas las plataformas del mismo modo, excepto en iOS que no se pueden poner aplicaciones permitidas por una limitación del sistema operativo.
Entre las aplicaciones que incluimos hay un Paint para niños, pero privilegiamos que sean offline, para que los chicos puedan jugar en la sala de espera del doctor, en el auto u otro lugar donde no tengan Internet. Otra opción que ofrecemos es el videomail o videomensaje. El padre configura las direcciones de email de los familiares, como el tío o el abuelo, y les pone una foto. Entonces el niño reconoce esa foto y puede enviarles un video de dos minutos al familiar, quien recibirá un link por mail para verlo o responderlo, quien no tiene que registrarse ni instalar nada.
¿Cuántos desarrolladores trabajan en la aplicación?
Son unos cuatro, quienes hicieron un gran trabajo especialmente en Android, donde es más difícil crear el ambiente seguro, porque hay muchas versiones de Android y cada fabricante agrega lo suyo. Pero ya es compatible con las tablets de marca, como Samsung y Acer, y ahora estamos trabajando con las tablets chinas.
El equipo de desarrollo está repartido en Argentina y Uruguay, y la empresa funciona desde Uruguay. Uruguay fue el primer país que implementó por primera vez y en un 100% el plan de una computadora por cada niño. Esto hizo que se genere un gran know-how en el desarrollo de aplicaciones para niños, muchos programadores se pasaron a eso para abarcar la demanda.
¿En qué países es utilizada la app?
Hoy estamos presentes en países de habla española y portuguesa, y estamos por ingresar en el mercado estadounidense con contenidos en inglés. Vemos una oportunidad importante porque había un servicio similar en EE.UU. pero fue comprado por HTC. Estamos tramitando la certificación COPPA (Children’s Online Privacy Protection Act, Acta de Protección a la Privacidad Online de los Niños).
¿En qué países es más utilizado?
Los principales mercados son Argentina y México, y en un segundo escalón están España, Brasil y Uruguay. Tenemos un promedio de sesión de 40 minutos, que es bastante tiempo. Los más chicos consumen muchos videos, mientras que cuando crecen usan más juegos.
En la Argentina lo lanzamos hace un mes, en México hace dos semanas. Y ya tenemos más de 200 mil downloads. Estamos generando más y más funcionalidades. Por ejemplo, estamos con los libros interactivos que nos parece un gran mercado porque las editoriales tienen un catálogo gigante para chicos, pero todavía están un poco lentas en digitalizarlos.
¿Contaron con algún tipo de inversión para mantener el proyecto?
Recibimos capitales de inversores ángeles argentinos y uruguayos, Telefónica, Positivo-BGH y Aula365, que es el aula virtual más grande de Latinoamérica. Se armó una asociación muy interesante donde hay transferencia de know-how y redes de contactos que nos está permitiendo realizar alianzas con partners.
Tenemos tres tipos de alianzas: una con fabricantes, para que instalen Kidbox en sus dispostivos y les den a los equipos un aspecto más familiar; otra con proveedores de Internet, para que ofrezcan Kidbox como servicio de valor agregado; y por último estamos buscando medios online que tengan un tráfico muy grande para ofrecerles una solución, pero no vendiendo una marca blanca.
¿Qué funciones son las preferidas de los chicos?
El 20 por ciento de los chicos de hasta 2 años, el 45% de los chicos de entre 3 y 5, y el 65% de los chicos más grandes usan Internet. Y el 56% de todos los chicos miran videos en dispositivos móviles. Si es por el tipo de contenido, los varones prefieren fútbol, cuentos, contenidos de Disney.
Los únicos datos que pedimos son el nombre, el mail y el país de residencia, en el caso de los padres. De los chicos necesitamos el nombre, la fecha de nacimiento y el sexo de los chicos. No pedimos nombre y apellidos por un tema de privacidad.
¿Cómo seleccionan los contenidos?
Es un proceso semiautomatizado. Tenemos un buscador estilo Google que busca contenidos nuevos para niños en Internet y hay personas que los categorizan: si es un sitio, un video, un juego; si es para niñas o para niños; lo segmenta según la edad; y lo vincula a una habilidad: si desarrolla habilidades psicomotrices, promueve el valor de compartir, etc. Tenemos maestras de educación inicial que nos ayudan a categorizar contenidos.
Después hay un desarrollo de inteligencia artificial que recomienda contenidos. Si vemos a que al niño le gustan mucho las carreras, cuando vuelva a acceder a KidBox le desatacaremos contenidos de carreras. También están los gustos del padre, cerca del 20 por ciento de los padres se mete en el panel de configuración y hace algo. Puede determinar, por ejemplo, que el hijo vea videos y juegos no, por ejemplo.
¿Para cada país cuentan con seleccionadores de contenido locales?
Hay contenidos que funcionan en toda Latinoamérica. Te diría que el 80% de los contenidos son similares y tienen que ver con la televisión: Disney, Violetta, Cartoon Network, etcétera. Y hay un 20% de contenidos que tienen que ver con el país. En estos casos tenemos maestros que nos ayudan con los contenidos no sólo del país sino también referidos a un momento, como la Copa América que se hizo en Argentina, las vacaciones de invierno o los estrenos de cine de cada país.
Tienen un buen producto, con una masa crítica de usuarios importante, ¿cómo logran monetizarlo?
Nuestro modelo es freemium. Ofrecemos gratuitamente un entorno seguro de hasta tres niños y su papá. Si quieren agregar hasta cinco niños y más familiares para poder charlar por videomensajes, se deberá abonar una suscripción de 15 pesos mensuales. Luego, las maneras de monetizar serán la posibilidad de vender contenidos interactivos y aplicaciones de terceros dentro de nuestro ambiente seguro.