Kim Dotcom fue durante muchos años una figura polémica y relevante dentro del universo Internet. En una era con muchas menos posibilidades para la difusión de contenido, sus plataformas facilitaban el acceso a millones en todo el mundo. Por supuesto, existía el pequeño problema de que se vulneraban los derechos de copia. Pero la gran mayoría de internautas tenía, y aún tiene, poco aprecio por las compañías que los poseen.
Como era de esperar las autoridades en EEUU pronto pusieron el ojo en su negocio. Y hasta emitieron una orden de arresto. El empresario se apresuró a huir al sitio más lejano y conveniente que pudo encontrar, Nueva Zelanda.
Varios años después
En 2012 Estados Unidos emitió un pedido de extradición a Nueva Zelanda. Dado que no había acuerdos previos en este aspecto y Dotcom tenía la residencia la respuesta era complicada.
Unos 12 años después el ministro de justicia de Nueva Zelanda ha firmado la orden de extradición. Según señaló el funcionario ha considerado la información disponible de forma cuidadosa y decidió que Dotcom debía entregarse a la justicia estadounidense y enfrentar el juicio.
Respuesta
Dotcom respondió a la decisión afirmando que “la obediente colonia estadounidense en el pacífico sur ha decidido extraditarme por lo que los usuarios subieron a Megaupload”. Es importante aclarar que el acceder al pedido de extradición no implica que Nueva Zelanda, ex colonia británica, se haya pronunciado sobre la naturaleza del caso.
Kim simplemente deberá enfrentar el juicio como cualquier otra persona lo haría. Con la ayuda de los abogados que los millones obtenidos le pueden brindar.
Los cargos
Las autoridades de Estados Unidos sostiene que Dotcom y tres ejecutivos de su empresa obtuvieron ganancias al incitar a los usuarios pagos a subir material bajo derecho de copia. Lo conseguido habría superado los USD 175 millones, aunque el cálculo de daños es muy superior. Las referencias al material bajo derecho de copia no eran algo raro ni sutil. En ese sentido el empresario tiene un caso complicado.
Uno de los socios de Dotcom murio en 2022, los otros dos habían llegado a un acuerdo en 2023 para cumplir sentencias en Nueva Zelanda y evitar la extradición.
