La imputación a Taringa! por violar derechos de propiedad intelectual posiblemente sea el tema más caliente por estos días: la noticia se conoció la semana pasada y las distintas visiones de la situación salieron a la luz muy rápidamente. Están quienes sostienen, como el estudio jurídico Carranza Torres & Asociados, que Taringa! es partícipe necesario para la realización de actividades delictivas, y están también los acusados, que a través de un post comunicaron la situación sintiéndose inocentes.
En esta nueva rueda de opiniones fundamentadas llegamos a la Business Software Asociation, una organización sin fines de lucro creada para promover los objetivos de la industria del software y sus socios del hardware, que en Argentina posee una apoderada legal para tratar todos los temas referidos a propiedad intelectual y piratería. María de Monserrat Guitart Piguillém habló con RedUSERS sobre el post de Taringa! con el objetivo de intepretar algunos puntos claves en la situación.
“Hace poco publicamos los resultados de un estudio que hicimos junto a la consultora de opinión pública Ipsos sobre qué piensan los usuarios de software sobre descargas de contenido ilegal. El 70% de los usuarios argentinos consideró que es importante que el software de autor sea pago para generar innovación y por eso entienden que las redes peer to peer son ilegales. Podemos decir que la mayoría de los usuarios poseen esa conciencia, pero es más complicado llevarla a la realidad porque muchas veces los mismos usuarios no tienen claro si la fuente desde donde descargan contenidos es legal o ilegal“, comenzó explicando la especialista.
“La fuente puede ser el contenido subido a una página, un índice de otros discos, o links, como es el caso de Taringa!, y en este embrollo algunos usuarios no llegan a distinguir cuándo es lícito o ilícito. De todos modos esa conclusión es viable para software no conocido y no comercial: una obra de autor que está en el mercado a 300 dólares y el usuario la encuentra gratis en internet porque alguien pone un post que dice -Última versión del programa X crackeado y con claves-, entonces en definitiva el usuario es consciente de eso. Y en este caso el usuario que lo baja como aquel que lo sube y permite, son responsables del delito“, explicó Montserrat.
“Ya hemos visto condenas en otros países por bajar contenido de la web cuando era música, por ejemplo. Bueno, con el software ocurriría lo mismo. No puede desconocer, quien tiene un sitio web, que hay contenidos de una empresa como, por ejemplo Adobe, que no pertenecen al usuario -Juan 1978-. Es un poco descabellado intentar escaparse por ese lado, porque Taringa! puede incidir en esto, ejerciendo el control o permitiendo que terceros denuncien una posible violación a los derechos de propiedad intelectual, como sucede en Facebook”.
Para Monstserrat, en estos casos hay una responsabilidad no sólo del usuario de informarse donde, cómo y por qué adquirir software legal. Según el mismo informe que usó de fuente, el 81% de los argentinos consideran que el software con licencia es más seguro: “Hay un cambio en la percepción sobre la utilidad del software pero no está impactando en la conducta. Internet es un lugar donde todavía rige una falsa creencia de que la ley no llega, pero todas las leyes son aplicables a internet, esto no es tierra de nadie“.
– La gente que defiende a Taringa! sostiene que los derechos de propiedad son del autor y no de las editoriales que las demandaron a juicio ¿cuál es tu lectura de los hechos?
– El usuario no es el autor, por lo tanto si hay alguien que tiene que decidir de quién son los derechos, ese es el autor y él tendría que ir, si quiere, contra las editoriales. La realidad es que se supone que un autor ha dado una autorización a una editorial o a una discográfica o productora de software para que comercialice su obra. El usuario nunca se puede escudar en los derechos del autor, es una discusión vacía porque ¿el autor pidió que el usuario defienda sus derechos? Si los usuarios están en duda de quién son los derechos, está claro que los derechos no son de ellos y por lo tanto no pueden ellos ni subir ni bajar la obra.
Hay que preguntarse qué quieren discutir. Si quieren discutir la propiedad privada, bueno, iniciemos un debate en serio. Pero lo cierto acá es que eso está prohibido por la Ley y quienes tienen derechos, según los tratados internacionales, son editoriales, productos fonográficos y titulares de la propiedad intelectual.
– Muchos comentarios dicen que si Taringa! es culpable, también lo sería Google, que también podría ser partícipe necesario para la piratería
– Google indexa y no genera contenidos de ningún tipo. Además Google tiene un mecanismo buenísimo de remoción de obras, y además comenzó a eliminar las búsquedas sugeridas, hay un compromiso al respecto. Puede haber errores en los buscadores, en las páginas web pero ya cuando el objetivo principal de una página web pasa a ser todo el tráfico a partir de compartir archivos protegidos con propiedad intelectual estamos hablando de otra cosa. En Taringa! encuentro un post que dice “Colección completa de Charly Garcia” ¿quién es Daiana 28 propietaria de toda la obra de Charly García para subirla a internet? La ley dice que la reproducción del contenido corresponde al autor, lo que quieren ellos es un cambio en la ley a favor del usuario. El artículo 2 (N del R: El derecho de propiedad de una obra científica, literaria o artística, comprende para su autor la facultad de disponer de ella, de publicarla, de ejecutarla, de representarla, y exponerla en público, de enajenarla, de traducirla, de adaptarla o de autorizar su traducción y de reproducirla en cualquier forma) es la médula de la Ley 11723, en ningún momento habla del usuario como reproductor del contenido, sino del autor, del propietario intelectual.
– En su post, Taringa! asegura que es imposible controlar la actividad de sus millones de usuarios
– Si no pueden controlar la totalidad, deberían poder controlar una parte, pero parece que ninguna parte está controlada. Hablan de los millones de usuarios que poseen, pero está claro que Taringa! no nació con un millón de usuarios, sino que los fue gestando a medida que permitía la actividad delictiva. El control podría haber ocurrido, la posibilidad de control requiere un trabajo pero no escapa a la ley. Quien quiera hacer negocios debe estar dentro de lo que dice la Ley.
-¿Cuáles son los recaudos que deberían haber tomado?
– Podés tener palabras que alerten y avisen “Este contenido permite la denuncia por parte de terceros”. No hay un mecanismo automático, pero sí existen maneras de prevenirlo: supone una responsabilidad social y legal de la empresa. Si todos nos transformamos en intérpretes de la norma y las adaptamos a nuestros deseos y necesidades, es una anomia. Acomodar las normas a mi deseo para obtener algo sin pagar es algo que no tiene sentido. Violentando el derecho de terceros estamos violentando a la sociedad por que ningún derecho puede ser ejercido de modo absoluto e ir en contra de la ley.